La campaña de promoción de la serie Patria de HBO ya está hecha a falta de unas semanas para su estreno, el 27 de septiembre. Un cartel, el primero de los que vendrán, encendió las redes, con petición #cancelaHBO incluida. En el anuncio se equipara a una víctima del terrorismo con un etarra torturado, bajo la frase "Todos somos parte de esta historia". Una imagen que HBO defendía ayer alegando que "pretende reflejar cómo la violencia y el sufrimiento afectan a toda una sociedad". Y de la que se desmarcaba antes el autor del best seller, el escritor vasco Fernando Aramburu, que la calificó de "desacierto" en su blog.

"Juzgo que este primer cartel (seguirán otros menos susceptibles, según creo, de generar polémica) no es suficiente para formarse una impresión completa de la serie, por más que esta incluya, como mi novela, un episodio de malos tratos en comisaría, cosa que solía ocurrir, si bien a espaldas de la ley; ley que, como se sabe, fue aplicada en ocasiones con resultados condenatorios", señalaba el escritor.

"Atribuyo el cartel a una estrategia de márketing que no comparto. Incumple una norma que yo me impuse cuando escribí mi libro: no perder de vista el dolor de las víctimas del terrorismo, tratarlas con la empatía y el cariño que merecen. La serie, en mi opinión, sí lo hace", escribía Aramburu, que publicó la novela en 2016 y consiguió por ella el favor del público y el Premio Nacional de Narrativa 2017.

Aramburu aseguraba que, "a diferencia de muchos opinantes precipitados", después de ver los ocho capítulos de la serie completa "hay una o dos secuencias que me chirrían; pero la trama es, en líneas generales, próxima a lo que yo narré en mi novela, con una clara línea divisoria entre quien sufre y quien hace sufrir; al mismo tiempo, con un nítido propósito de mostrar la circunstancia humana de cada uno de los personajes". Y añadía: "Los pasajes de la filmación en que se muestran escenas de atentados de ETA son explícitos y están claramente vinculados a la ideología que los propició, no dejando margen alguno para elucubraciones justificadoras. También quedan claras las consecuencias del terrorismo en la vida privada de quienes lo padecieron", concluía el autor. Aramburu ya tuiteó el martes una foto de una enorme lona del cartel, colocado en una fachada de la plaza del Callao, en Madrid. Allí se produjo precisamente uno de los muchos atentados de ETA, cuando un artefacto explotó en una papelera y mató a un policía municipal.

La equiparación entre víctimas y verdugos llevó ayer a numerosos políticos de derecha a rechazar el cartel. Andrea Levy, concejala del PP en el Ayuntamiento de Madrid, escribió en Twitter: "Unos muertos y otros vivos, si hacemos historia sin olvidar quiénes fueron víctimas y quiénes verdugos. Asco". El presidente del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, calificó el cartel de "insulto" y "vergüenza".

La Fundación Víctimas del Terrorismo también considera el cartel "una humillación a las víctimas del terrorismo". En un comunicado, su presidente, Tomás Caballero, afirma que esta publicidad obvia "la existencia de víctimas y terroristas, de quien ha sufrido el daño y de quien lo ha causado" y prescinde "de la más mínima sensibilidad hacia las 855 personas asesinadas por la banda terrorista ETA y a los miles de heridos y extorsionados, los menosprecia implícitamente al tiempo que normaliza a la banda asesina.

Creada y escrita por Aitor Gabilondo y dirigida por Félix Viscarret y Óscar Pedraza, la serie iba a ser presentada en marzo en el Festival Série Mania de Lille (Francia), pero fue cancelado por el Covid.

En el primer tráiler de esta historia que narra la ruptura de dos familias enfrentadas por el terrorismo, ya se recoge con crudeza la narración del libro y nos lleva a los años de plomo de ETA, la década de los 80 y 90. Aparece una dura conversación entre el personaje de Miren (Ane Gabarain) y de Bittori (Elena Irureta). La plataforma HBO ofreció además otro avance con Joxe Mari (Jon Olivares) llorando desnudo y maniatado en el interior de un calabozo mientras un grupo de policías aparecen al fondo.