La princesa Marta Luisa está triste y posiblemente sumida en una depresión. Las cosas no le van bien a la hija de los reyes Sonia y Harald de Noruega y así lo cuenta al mundo desde su cuenta de Instagram, donde confiesa que vive días "muy malos" a pesar de aparecer sonriente en unas fotos tomadas en plena naturaleza. Según dice, está viviendo una montaña rusa de emociones.

El suicidio en diciembre pasado de su exmarido, el escritor Ari Behn, la no aceptación de su familia de la relación que mantiene con el chamán Durek Verret, los mensajes de odio recibidos por la misma razón y los meses que la pareja lleva separada podrían estar pasándole factura.

"Algunos días son mejores que otros y debo admitir que últimamente he tenido algunos días realmente malos. Algunas veces todo se siente demasiado y es abrumador, y tiendo a caer en un pozo de desesperación, autocompasión y sentirme como una víctima en todas las áreas de la vida. No hay energía, literalmente, la depresión está arrastrándose", comienza escribiendo Marta Luisa, que en septiembre cumplirá 49 años y que ha estado estas semanas de vacaciones con sus tres hijas, Maud, Emma y Leah, y el resto de su familia.

Su texto se interpreta como un toque de atención. Tras el suicidio de Ari Behn, la hermana del príncipe heredero Haakon se quedó en su país y su novio, que ha sido muy criticado por sus atrevidas aseveraciones sobre que él puede curar enfermedades con su energía, está desde el pasado marzo en Nueva York, donde Marta Luisa viajó en una escapada que, debido a la pandemia, también resultó polémica.

"Mi pobre novio tiene que soportar todas mis emociones en esta montaña rusa", asegura Marta Luisa, aunque se la ve pletórica en las imágenes tomadas en el archipiélago de las Lofoten durante el viaje familiar que los reyes organizaron para sus hijos y nietos a bordo del barco real.

"Incluso con muchas personas apoyándome, parece que no puedo salir del pozo oscuro pero luego, de repente, después de subir esta colina muuuuuuy larga, hay un cambio. Un amigo le da la vuelta a todo y de repente ves la belleza a tu alrededor de nuevo y reconoces que en realidad estás parado en la cima de una montaña frente a esta vista espectacular", continua en su texto la princesa.

Por su parte, el chamán Durek, el pasado lunes y también en Instagram, escribía que pese a la pandemia y a la distancia, el amor que existe entre ellos es verdadero. "El covid-19 no puede detener el amor. Estar lejos de la mujer que amo me hace pensar en el amor en general y en cómo el amor es devoción. Fuimos hechos para estar juntos en esta vida y en otras. Nuestro amor está en manos de Dios y protegido por los antepasados. Lo que está escrito nunca se puede deshacer".