Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, se sentían marginados y eran conscientes de que no podían confiar en los asistentes de palacio antes de su ruptura con la monarquía británica anunciada el pasado enero, según revela un nuevo libro cuyo contenido adelanta The Times en varias entregas.

En Finding Freedom (Encontrando la libertad), que saldrá a la venta el 11 agosto, los corresponsales de realeza Omid Scobie y Carolyn Durand exponen las tensiones y la angustia que llevaron a la famosa pareja a dejar la institución.

Según los autores, Enrique y la actriz estadounidense, que se casaron en mayo del 2018 y un año después fueron padres de Archie, se sentían "utilizados por su popularidad", "acosados por la prensa" y "criticados dentro de la institución por ser demasiado susceptibles y francos".

Aseguran que la pareja no quería salir de la monarquía sino "hallar su lugar en ella" (en parte, porque Meghan había dejado su vida anterior para servir en la Casa Real), pero sus inquietudes, por ser ignorados o relegados por detrás del príncipe Guillermo y otros miembros de la realeza, no fueron escuchadas.

Después de que los empleados de palacio, que mediaban en las discusiones, no pudieran hallar una solución adecuada para ellos, decidieron separarse de la monarquía y vivir por su cuenta primero en Canadá y hoy en Estados Unidos, donde esperan obtener ingresos con charlas, conferencias y otras colaboraciones.

En el libro se afirma que la decisión de alejarse de la familia vino de Enrique, de 35 años, cuando varios diarios comenzaron a ensañarse con la actriz, de 38 años. "Solo podían contar con un puñado de gente en palacio. Sabían que fuera de ese núcleo restringido ninguna información estaba segura", dicen los autores, afirmando que hubo varias filtraciones del personal a su servicio, que los amigos del duque y duquesa de Sussex no dudan en calificar de "víboras".

La iniciativa de la pareja de anunciar sus intenciones el pasado 8 de enero a través de una página web propia, que lanzaron en frustración por la falta de apoyo interno y sin previo aviso, "hirió" a la reina Isabel II, de 94 años, reconocen los periodistas, que señalan que eventualmente la soberana apoyó que Enrique hiciera una vida en privado lejos de la Casa Real.

La pareja fue despojada de sus títulos reales el pasado 1 de abril, después de participar en un último acto público con el resto de la familia el 9 de marzo, un servicio religioso por el Día de la Commonwealth en la abadía de Westminster en el que, según el libro, fueron ninguneados por Guillermo y su esposa, Kate Middleton.

Al inicio de la serialización de esta historia en el Reino Unido, los duques de Sussex, que tienen en marcha varios pleitos por fotos robadas o artículos periodísticos, aseguraron en un comunicado que no han contribuido de ninguna forma en la elaboración del texto. "Este libro está basado en las experiencias de sus autores como miembros del grupo de corresponsales de realeza y en sus propios artículos", sostienen en la nota.