Si en el siglo XXI hay un precursor del enmascaramiento, ese es Banksy. El artista inglés cuya identidad se desconoce ha hecho honor a su condición y, erigido en una especie de héroe con mascarilla, estampó su sello artístico en un vagón de metro de Londres para concienciar sobre la necesidad del uso del tapabocas como medio básico contra el coronavirus. La mascarilla es ya obligatoria en el transporte público de la capital británica desde el 15 de junio. La obra, sin embargo, quedará en el terreno del simbolismo porque ha resultado efímera.

La empresa de transportes de Londres ha eliminado la pintura porque violaba la estricta política antigrafiti de la compañía, señaló ayer un portavoz, aunque el "Daily Mail" aseguró que la borró un empleado que la confundió con un grafiti cualquiera. De todos modos, la empresa asegura que celebra la idea de Banksy "de alentar a las personas a que se cubran la cara" y ha manifestado que le gustaría ofrecer al artista "la oportunidad de hacer una nueva versión de su mensaje" pero "en un lugar adecuado".

En un vídeo publicado en Instagram bajo el eslogan "If you don't mask, you don't get" ('Si no te pones la mascarilla, no subes'), el artista callejero aparece vestido con un traje de protección blanco, capucha, chaleco naranja reflectante, guantes, mascarilla y gafas, utilizando plantillas y espray negro para realizar los dibujos de sus características ratas en varias zonas del vagón. Uno de los animales aparece escupiendo un líquido verde que simula la propagación del virus, mientras otro usa la mascarilla como paracaídas y un tercero se cubre el rostro con ella.

Durante la grabación se le puede ver escribiendo su nombre con grandes letras verdes sobre la puerta que separa el vagón de la cabina del conductor y cómo abandona el lugar cruzándose con varios pasajeros.

Al final del vídeo, las puertas del tren se abren y en la pared de la estación se lee "I get lockdown" ('me encierran'), un eslogan que se completa con "But I get up again" ('pero me pongo en pie de nuevo') cuando se cierran otra vez mientras suena la canción I get knocked down de la banda Chumbawamba Tubthumping, con la que hace el juego de palabras.

El enigmático artista callejero, del que apenas se sabe que es de Bristol y tiene 45 años, ha realizado varios trabajos durante la pandemia, como el dibujo de un niño jugando con una enfermera como su superheroína en el hospital de Southampton y una instalación que llevó a cabo en el baño de su casa, que había sido asaltado por ratas y con varias referencias a la crisis sanitaria.

Obra del Bataclan

Banksy también es noticia porque el Gobierno italiano ha devuelto a Francia la obra atribuida al artista, pintada en una puerta de la sala parisina Bataclan en homenaje a las víctimas del atentado de 2015, y que fue descubierta recientemente en una finca italiana tras su robo el año pasado.

Los carabineros, que hallaron la obra en una casa de campo italiana el mes pasado, la entregaron al embajador francés, Christian Masset, en un acto especial celebrado en la embajada francesa en Roma con motivo del día nacional de Francia. El mural apareció en 2018 en una de las puertas de emergencia del local de conciertos donde yihadistas asesinaron a 137 personas.