La cantante y actriz Demi Lovato ha revelado que rechazó volver a trabajar en televisión al darse cuenta de que su entorno asumió como una rutina sus trastornos alimentarios cuando era una estrella de Disney Channel. "Miré a mi alrededor y un día pensé: Guau. Esto está terriblemente normalizado", recuerda Lovato, de 27 años, en una conversación con la revista Bustle.
La artista explica que fue sometida a controles de los que hoy reniega. "A menudo había gente vigilándome la víspera de una sesión de fotos para asegurarse de que no comiera y no estuviera hinchada al día siguiente", asegura. Ahora, añade, ni siquiera se prepara las sesiones de fotos y admite que a veces desayuna en sitios de comida rápida. La clave de esa nueva actitud, asegura, es haber cambiado de agente. Rompió con Phil McIntyre en el 2019 y ahora trabaja con Scooter Braun, el mismo representante de Justin Bieber y Ariana Grande. "Quiero una carrera que no tenga nada que ver con mi cuerpo. Quiero que se centre en mi música, en mis letras y mi mensaje", añade.
La actriz, que tuvo su primera etapa de rehabilitación en 2010 después de pelearse con uno de sus bailarines, decidió no volver a trabajar en el canal infantil por temor a revivir esas experiencias. "Cuando fui al tratamiento en el 2010, salí con la opción de hablar sobre mis luchas y la posibilidad de ayudar a las personas o mantener la boca cerrada y volver a Disney Channel", afirmó.
Sin tarta de cumpleaños
La estrella de Albuquerque (Nuevo México, EEUU) detalló que por su cumpleaños recibía "sandía con crema batida desnatada" en lugar de un pastel convencional. Medios especializados en la industria audiovisual como Variety y The Wrap señalaron que ningún representante de Disney ha querido responder a los comentarios de Lovato.
De su pasado como estrella infantil, confirmó que no mantiene amistad con Selena Gómez ni con los tres Jonas Brothers, con los que protagonizó Camp Rock (2008). "Cuando uno crece junto a alguien, siempre vas a sentir amor por ellos. Pero ya no soy su amiga", afirmó.
Tras cerrar su etapa en Disney, Lovato tuvo que hacer un parón en su carrera con recaídas en las que ingresó en rehabilitación por sobredosis en el 2018 de la que ya está recuperada. De hecho, en la gala de los Grammy de este año cantó por primera vez la balada "Anyone", escrita días antes de su hospitalización.
Lovato también mantiene un perfil político muy activo y ha decidido llevar su activismo un paso más allá, al anunciar que los fans que se sumen a las campañas a favor del voto para las elecciones de noviembre en EEUU y contra el racismo y la brutalidad policial podrán conseguir algunas de sus pertenencias.
Para estimular a sus seguidores a apoyar esta y otras causas, Lovato subastará artículos personales y ropa de su armario, como atuendos que ha usado sobre el escenario, fotos privadas y otros objetos y accesorios.
