El actor Antonio Banderas considera que el "problema más grande" al que se enfrentará el mundo del espectáculo tras el coronavirus es "psicológico", ya que "si ahora estás en el teatro y alguien te tose detrás, será una tragedia, porque nuestra mente ha dado un giro extraordinario".

"En 'A Chorus Line', la gente tosía y estornudaba, y podía molestar un poco cuando hacías un monólogo en el escenario", pero ahora será necesario "reciclarse psicológicamente", ha afirmado Banderas, que ha participado en un seminario web sobre los desafíos de la cultura tras la pandemia organizado por la Universidad de Málaga.

Se ha autocalificado como un "optimista patológico" que espera que "esto remita, que se vuelvan a llenar los teatros", que los creadores se repongan "y que incluso se nutran de lo que está pasando".

Ha apuntado que el impacto de la pandemia ha sido muy diferente en distintos ámbitos, y por ejemplo hay "plataformas que en realidad se han beneficiado", como Netflix, cuyo incremento de usuarios "ha sido espectacular", mientras que él estaba rodando con Penélope Cruz en Madrid una película que se canceló y no saben cuándo se retomará el trabajo.

Al actor, que ha fichado a la presentadora de TVE María Casado para hacerse cargo de la productora que ha montado, "le molesta mucho" cuando "se habla de una guerra, porque esto es una pandemia y es coyuntural", y no le gusta lo de la "nueva normalidad", puesto que le gustaría "volver a la normalidad que teníamos y, desde ahí, evolucionar".

Por su parte, el novelista Antonio Soler ha coincidido con Banderas en que la incidencia no es la misma en los distintos campos de la cultura, y en su caso la vida cotidiana y la creación durante el confinamiento han sido "muy parecidos a lo habitual", pero "lo que viene después, los cauces de distribución, se va a resentir". "Mi teatro siempre está vacío. El escritor está solo, envía el mensaje en una botella y no sabe nunca cómo será recibido, y en el momento de la creación no hay público", ha dicho.