Luis Eduardo Aute escribió y puso música y voz a grandes asuntos -el deseo, la belleza, el tiempo- con una levedad elegante y sensual. Con esa misma ligereza, compuso canciones que marcaron el camino a toda una generación, que se adentró de su mano en un mundo lleno de posibilidades. Fue el autor de grandes himnos de la transición -"Al alba", "Rosas en el mar"-, de emocionantes canciones de amor -"De alguna manera tendré que olvidarte", "Sin tu latido"- y de monumentales alegatos existenciales -"La belleza"-. Ayer al mediodía, cuatro años después de su retirada de los escenarios a causa de un grave infarto que lo mantuvo dos meses en coma y que lo condujo a varias estancias hospitalarias, Luis Eduardo Aute falleció, a los 76 años y rodeado de su familia.

El cantante había celebrado su medio siglo en los escenarios con un multitudinario recital en diciembre de 2015 en México y con la publicación de un poemario en el que repasaba toda su trayectoria bajo el título "Sexto animal" (Espasa). Cuando sufrió el accidente vascular, Aute tuvo que anular todos los conciertos que tenía previstos en América Latina, que formaban parte del tour "La Gira Luna" con el que celebraba sus 50 años en la música. Desde que sufriera el infarto, el músico, del que sus compañeros destacaron siempre su "bondad, humildad y compromiso", fue homenajeado en distintas ocasiones.

El polifacético creador era el autor de esas canciones ya míticas como "Al alba", "Rosas en el mar" o "Una de dos", que forman parte del patrimonio de la canción de autor española, en la que destacó junto a figuras como Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina o Paco Ibáñez.

Con motivo de su 75 cumpleaños, colegas como Sabina, Serrat, Ana Belén, Silvio Rodríguez, José Mercé o Miguel Poveda organizaron un concierto que se celebró en diciembre de 2018 en el Wizink Center de Madrid bajo el lema "ánimo, animal".

Veintitrés escritores, entre ellos Fernando Sánchez Dragó, Fernando Marías o Vicente Molina Foix colaboraron en "Giralunas y ficciones para Aute", un "libro tributo" para homenajear a "uno de los últimos genios contemporáneos" que "ha dejado un impresionante legado cultural que siempre servirá de inspiración tanto a generaciones actuales como venideras", decían.

Nacido en Manila, su familia se trasladó a Madrid cuando él tenía 11 años, y en la capital de España, donde estudió algunos cursos de Arquitectura, vivió siempre.

El fallecido, casado desde 1968 con Marichu Rosado, con la que tenía tres hijos, se inició musicalmente como guitarrista de los grupos Los Tigres, Los Pekeniques y Los Sonor, hasta que, con 17 años, debutó como cantautor en el programa de TVE "Salto a la fama".

Su faceta pictórica, menos conocida, la desarrolló desde muy joven y expuso por primera vez, en la Galería Alcón de Madrid, en 1960.

Autor de una voluminosa producción figurativa, sobre todo pictórica pero también escultórica, sus trabajos han viajado a ferias como la Bienal de París, la de Sao Paulo o ARCO.

Entre 2004 y 2010 realizó una muestra retrospectiva itinerante que bajo el título "Transfiguraciones" llevó su obra por toda España y algunos países de América Latina.

Con 23 años, Aute se decidió a entrar en el estudio de grabación aunque con la condición de no dar conciertos ni hacer promoción, para poder tener tiempo para pintar.

Su primer álbum se tituló "Diálogos de Rodrigo y Jimena" e incluyó canciones como "Rosas en el mar" y "Aleluya nº1", que ya había hecho populares previamente Massiel. Le seguirían numerosos trabajos, pero fue "Albalanta", que incluía la célebre "Al alba", la que dio un giro total a su carrera.El tema, que cantó por primera vez Rosa León, había sido compuesto por Aute inspirado por los últimos fusilamientos de Franco.

Tras una dilatada carrera musical, sus últimos discos fueron "Memorable cuerpo" (2009), "Intemperie" (2010) y "El niño que miraba el mar" (2012), acompañado de un DVD con la película "El niño y el basilisco". Fue esta su faceta más reconocida. Ayer, colegas de profesión gallegos glosaron su figura para FARO. Así,el vigués Tony Lomba subrayó: "Aute era uno de los más grandes, un autor de gran sutileza capaz de crear las canciones más inmensas; un artista con la piel muy fina, un ideólogo en la música, el zurdo (en referencia a su ideología política) con más clase del panorama artístico español". El 'crooner' también confesó que de Aute le quedaría siempre "la imagen de un dandi".

El cantautor moañés Xil Ríos, pese a reconocer de inicio que Aute no se encontraba entre sus artistas de referencia, no dudó en señalar que "era uno de los grandes autores de la música española", antes de resaltar que "fue fundamental en la música de autor, todo un referente en este sentido".

Al polifacético Julián Hernández, la noticia del fallecimiento de Aute le sorprendió "yendo a por comida a la tienda, al verlo en una TV". Conocedor del precario estado de salud del cantautor -"estaba muy malito, llevaba varios años en la cuerda floja", subrayó-, el fundador y líder de Siniestro Total destaca que Aute fue "una referencia, que logró la admiración de muchísima gente gracias a un carrerón tan largo como bien llevado, independiente. Y, en concreto, se refiere así al inmortal himno "Al alba": "Un tema que sobrevivió a todo, con claras referencias a los últimos fusilamientos de septiembre del franquismo, una canción tan dura y valiente que no llegaron a entender", en referencia a los simpatizantes del régimen que languidecía. Y el músico Miguel Costas también confesó sentir "una gran tristeza por que muera ahora con este bicho que nos encierra a todos. Fue sin duda un cantautor muy influyente para muchos".

Admiradores de su cine, poesía y artes plásticas que cultivó perdieron ayer la referencia de un hombre comprometido.