La crisis del coronavirus ha llegado al Palacio de Buckingham. Después de que cada vez haya más casos de contagios en Londres, la reina Isabel II, a sus 93 años, ha sido desalojada de su hogar para trasladarse al palacio de Windsor. Según cuentan fuentes de Palacio al medio inglés "The Sun", aunque la monarca tiene una salud de hierro se ha considerado preferible moverla ya que muchos de sus empleados están asustados por el flujo constante de gente entrando y saliendo del palacio, en plena epidemia de coronavirus.

Se da la circunstancia de que el palacio de Buckingham está en pleno centro de Londres, y tiene bastante más personal, por lo cual, aunque no se ha producido ningún positivo por coronavirus entre el personal se considera un entorno peligroso, máxime teniendo en cuenta la edad de la reina, que está a apenas unas semanas de cumplir 94 años.

En Windsor, Isabel II estará más aislada, y la plantilla se reduce notablemente, hasta unas 100 personas. Aunque la reina está bien y no presenta síntomas, preocupa un eventual contagio debido a su avanzada edad. El entorno de Windsor, en todo caso, tampoco le resultará extraño, ya que Isabel II acostumbra a desplazarse a este enclave los fines de semana.

En paralelo al traslado, la agenda de Isabel II se ha cancelado, aunque la reina mantendrá sus audiencias en palacio. En el caso de que surjan otros compromisos durante la estancia de la reina en Windsor, fuentes del palacio han precisado que se estudiará cada caso de forma individual para valorar el potencial peligro y decidir si se incluyen en el programa de la reina o no.

Esta no es la única precaución que ha tomado la familia real británica ante la pandemia. El príncipe Carlos y su esposa, Camilla, han suspendido los viajes oficiales que tenían previsto realizar, en fechas próximas, a Bosnia, Chipre y Jordania.