Las autoridades penitenciarias de Nueva York están tomando medidas especiales para vigilar al productor Harvey Weinstein en sus primeros días privado de libertad -se teme un nuevo caso Epstein- e incluso barajan enviarlo a una cárcel diferente a la polémica de Rikers Island debido al "alto perfil" de su caso, según informaron medios locales.

Weinstein sigue ingresado en el hospital neoyorquino de Bellevue, adonde fue trasladado el pasado lunes aquejado de palpitaciones cardíacas unas horas después de que concluyera su juicio por abusos sexuales con el veredicto del jurado, que lo declaró culpable de dos delitos por los que se enfrenta a un mínimo de 5 años de cárcel y un máximo de 29.

Pendiente de conocer su sentencia, que el juez ha fijado para el próximo 11 de marzo, el productor está aislado en una unidad especial del hospital para presos y vigilado en todo momento por un equipo de funcionarios de prisiones, que incluye a agentes especializados de emergencias, para asegurar que "no se autolesione".