| Los futuros diplomáticos de la Santa Sede deberán pasar un año como misioneros durante su formación, según decidió el papa Francisco.

El Vaticano publicó ayer la carta de Francisco a Joseph Marino, presidente de la Academia Pontificia Eclesiástica, que se ocupa de la formación del personal diplomático de la Santa Sede y en la que pide "que se incluya en el plan de estudios un año de misión en una Iglesia local".

"Estoy convencido de que tal experiencia podrá ser útil para todos los jóvenes que se preparan o comienzan el servicio sacerdotal, pero de manera particular para aquellos que en el futuro serán llamados a colaborar con los representantes pontificios y, posteriormente, podrán convertirse a su vez en enviados de la Santa Sede ante las naciones y las Iglesias particulares", escribe Francisco.

El papa argentino ya había expresado en su discurso final en el Sínodo sobre la Amazonia, la importancia de que los diplomáticos en el futuro pasasen un año en las partes más necesitadas del mundo.

Para Francisco, los futuros diplomáticos de la Santa Sede "además de la sólida formación sacerdotal y pastoral" y de la "específica" de la academia, necesitan "una experiencia personal de misión fuera de la propia diócesis de origen, compartiendo con las Iglesias misioneras un período de camino junto a su comunidad, participando en su cotidiana actividad evangelizadora".