Iñaki Urgandarin apura las últimas horas en libertad gracias a su primer permiso penitenciario. El exduque de Palma, que salió de la cárcel el martes, tendrá que volver antes de las 08.40 horas de mañana a la prisión de Brieva (Ávila), donde desde el 18 de junio del 2018 cumple cinco años y 10 meses de condena.

El cuñado del Rey, condenado por la Audiencia Provincial de Palma por el caso Nóos, salió el martes por la mañana de prisión para cumplir con sus tareas de voluntariado en el Hogar Don Orione, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

De allí, acompañado por la infanta Cristina y sus cuatro hijos, se dirigió a Vitoria en un vehículo conducido por su esposa, donde pasó la Nochebuena en casa de la madre del exduque.

Después de celebrar esa primera cena en libertad, al día siguiente acudió a la misa de Navidad en la Capilla de El Prado. Urdangarin salió de la casa de su madre, sonriente, cogido de la mano de la Infanta y acompañado de toda su familia, que a pie fueron a la iglesia cercana para ir a misa, tras la cual se prodigó en abrazos con varios conocidos y viejos amigos.

Las cámaras siguieron al presidiario y a su familia, que no hicieron declaraciones, al margen de devolver la felicitación navideña lanzada por parte de uno de los fotógrafos que cubrían la información. La expectación de ver al cuñado del Rey en su primer permiso penitenciario se veía incrementada por el hecho de que no se han visto imágenes del exduque en la prisión abulense.

Urdangarin fue condenado por malversación, prevaricación, fraude a la Administración pública, dos delitos fiscales y tráfico de influencias por el caso Nóos. Una trama en la que usó la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, una entidad para niños en riesgo de exclusión y discapacitados, para evadir dinero. Ahora sus tareas como voluntario en el Hogar Don Orionte, un centro que ayuda a discapacitados, le permiten salir de la cárcel dos días a la semana.

Tras gozar de su primer permiso, el presidiario deberá regresar a la cárcel mañana, después de que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 de Valladolid autorizase el permiso de cuatro días que ya le había sido concedido por la junta de tratamiento de la prisión de Brieva. Con el segundo grado penitenciario, Urdangarin tiene derecho a disfrutar de 36 días al año en libertad, con un tope máximo de siete días seguidos. En esta ocasión había solicitado una semana de permiso, pero solo le concedieron cuatro días para esta primera salida.