| Igual que el turrón, Plácido Domingo ha vuelto a casa por Navidad, aunque no se trate de su momento más dulce. Tras la polémica que azota al director de orquesta, acusado de acoso sexual por varias mujer, Domingo hace oídos sordos y guarda silencio refugiándose en sus amigos de Madrid. Acompañado de su mujer, quien ha permanecido a su lado a pesar de los duros momentos, el tenor llegó bajo la lluvia a una comida navideña en el restaurante El Qüenco de Pepa, donde se encontró con un montón de caras conocidas y amigos.

Domingo no se pronunció sobre la polémica, sí que se mostró afable con su círculo más cercano.