La Semana de la Moda de Nueva York vivió el lunes una cuarta jornada de contrastes que comenzó con Carolina Herrera, cuya colección evocó un onírico jardín botánico, y acabó con Tom Ford, que vistió a una mujer sensual con un toque "punk". La firma de la venezolana Carolina Herrera, que cedió su puesto creativo a Wes Gordon hace dos años, fue a lo seguro en su desfile tras la polémica suscitada por la colección Crucero 2020, en la que el Gobierno mexicano vio una apropiación de la cultura de los pueblos indígenas.

La pasarela, que reunió esta mañana a celebridades como Vanessa Hudgens o Karlie Kloss, se celebró en un jardín del sur de Manhattan, dentro de un diáfano invernadero en el que las modelos parecían hadas recién llegadas de un bosque, especialmente cuando lucían delicados "looks" primaverales en colores suaves.

Gordon continuó el legado de la veterana modista recurriendo a la sobriedad de su icónica camisa blanca, que propuso con un acabado rígido y combinada con faldas largas o exagerados pantalones "palazzo", algunos de ellos con estampados coloridos de aire impresionista. Eso sí, el creativo reinterpretó la clásica camisa añadiéndole mucho volumen en las mangas a la altura del hombro y formando una silueta redonda que fue común a otras piezas de la colección, como chaquetas cortas tipo bolero y abrigos largos.

La paleta de colores de Herrera abarcó los neutros, en blanco, negro y rosa empolvado, con algunos modelos en rosa fucsia, amarillo limón o verde lima, mientras que abundaron los estampados florales, los puntos "polka", las rayas sobre fondo azul y los cuadros.

Durante la jornada también presentaron su colección la firma española Custo Barcelona, con su estilo experimental; y las estadounidenses Anna Sui y Alice + Olivia, entre otras con gran presencia de caras conocidas, desde Sofia Richie hasta Paris Hilton.