Richard Gere alcanzó la fama mundial con sus papeles de seductor en "American Gigoló" (1980), "Oficial y caballero" (1982) o "Pretty Woman" (1990), pero siempre se caracterizó por un fuerte compromiso social y ahora que llega a los 70 años está más inmerso que nunca en el activismo político.

Aunque sigue conectado al mundo del cine, sus últimas apariciones públicas están ligadas a su faceta humanitaria. Hace tan solo unos días llevó víveres a los inmigrantes rescatados por la ONG española Open Arms.

Este tipo de labores, a las que une sus repetidas y duras críticas contra el presidente de su país, Donald Trump, centran ahora la vida de Gere, aunque sus numerosos seguidores conservan en sus retinas la imagen de apuesto galán que conquistó el cine en los 80 y 90.

Su carismático rostro se alzó a la fama por primera vez en 1980 con "American Gigolo"; este papel de joven seductor le catapultaría a películas como "Oficial y caballero" (1982), por la que fue nominado por primera vez a los Globos de Oro por su papel de cadete aspirante a piloto, cuyo uniforme blanco enamoró a toda una generación.

Sin embargo, el personaje que le consagró en el cine y extendió su fama durante las siguientes generaciones fue al que dio vida en la mítica "Pretty Woman" (1990), en la que actuó junto a una jovencísima Julia Roberts.

Fue uno de los primeros en utilizar el respaldo mediático de una gala como los Óscar para criticar la política de un país al denunciar en la gala de 1993 la opresión que ejercía China en el Tíbet.

En la última década se focalizó aún más esa faceta humanitaria. "El mundo en el que vivimos nos exige que tomemos una decisión: si aceptamos nuestra responsabilidad o no", señaló en una de sus entrevistas más recientes.