El tenor español Plácido Domingo, un mito viviente de la ópera, enfrenta a sus 78 años el escándalo que puede hundir su carrera y su reputación, hasta ayer intachable, de caballero español, siempre encantador y enérgico: ocho cantantes y una bailarina aseguran que sufrieron el acoso sexual del tenor en distintos encuentros ocurridos a lo largo de tres décadas a partir de finales de los años 80 y, en ocasiones, en compañías de ópera en las que él ocupaba puestos de alta dirección. Plácido Domingo aseguró ayer, un martes tormentoso para él, que "todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas". Sin embargo, hizo una singular matización: "Reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy son muy diferentes de lo que eran en el pasado". Esta denuncia ya empieza a costarle caro: la Orquesta de Filadelfia ha cancelado la actuación que tenía prevista para el 18 de septiembre, como inauguración de la temporada.

Un investigación de la agencia de noticias Associated Press abre un nuevo capítulo del movimiento "#Metoo", que ha puesto en la picota a destacados hombres del mundo del espectáculo que aprovechaban su poder para acostarse con mujeres jóvenes que comenzaban sus carreras. El primero en caer fue Harvey Weinstein, antaño todopoderoso productor de Hollywood. La revelación de Associated Press contra Plácido Domingo solo identifica a una mujer, Patricia Wulf, una mezzosoprano que cantó con Domingo en la Ópera de Washington, donde el español fue director artístico y director general. Wulf afirma que tiene un testigo que respalda sus acusaciones. En una entrevista de tres a cuatro horas con los periodistas que destaparon el caso, la mezzo afirma que "cada vez que salía del escenario" Domingo la esperaba, se le acercaba mucho y en un susurro le decía: "¿Patricia, tienes que marcharte a casa esta noche?".

Al menos, otras ocho mujeres -otras siete cantantes y una bailarina- han formulado acusaciones similares contra Domingo, que lleva 56 años casado con Marta Ornelas, una prometedora cantante de ópera mexicana que abandonó su carrera tras quedarse embarazada del primero de los dos hijos que ha tenido con el tenor y ante el fulgor que alcanzaba la carrera de su marido.

Una de las mujeres que ahora acusa a Plácido Domingo de abusos sexuales asegura que el tenor metió la mano dentro de su falda, y otras tres afirman que forzó besos en la boca en un vestuario, una habitación de hotel y una comida de trabajo. "Una comida de trabajo no es rara", señala una de las cantantes. "Pero que alguien intente agarrarte la mano durante una comida de trabajo es raro, o que te ponga la mano en la rodilla es un poco raro. Siempre te estaba tocando de alguna manera, y siempre besándote", añade. Además, de estas nueve mujeres, otra media docena asegura que las proposiciones sexuales de Domingo les hicieron sentir incómodas. Así, una cantante afirma que el tenor le pidió varias veces salir en una cita tras contratarla para cantar una serie de conciertos con él en la década de 1990.

Otras tres docenas de cantantes, bailarines, músicos de orquesta, personal técnico, maestros de canto y administradores consultados por la agencia que desvela el caso aseguran haber presenciado comportamiento inapropiado de índole sexual por parte de Domingo, y que perseguía a mujeres más jóvenes con impunidad.

Dos de las mujeres han explicado que cedieron a las proposiciones de Domingo. Aseguran que se sentían presionadas porque temían decirle "no a Dios", al hombre más poderoso de su profesión, y arruinar sus carreras. Una de las mujeres afirma que tuvo relaciones sexuales con él dos veces, en el hotel Biltmore en Los Ángeles. En una ocasión, cuando Domingo se fue para irse a actuar, le puso 10 dólares en el tocador y le dijo: "No quiero que te sientas como una prostituta, pero tampoco quiero que tengas que pagar para hospedarte". Esa misma denunciante asegura que Domingo tiene la "superstición" de acostarse antes con una mujer para relajarse "y calmar sus nervios". "Cantaré mejor, y todo será gracias a ti", asegura que le confesó antes de depositar los diez dólares.

Plácido Domingo respondió así a la revelación de Associated Press."Las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen", señaló el cantante en un comunicado. "Aun así, es doloroso saber que puedo haber molestado a alguien o haberles hecho sentir incómodas, sin importar cuánto tiempo haya pasado y pese a mis mejores intenciones. Yo creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas. La gente que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie a propósito", añade.

El tenor hace una salvedad: "Sin embargo, reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy son muy diferentes de lo que eran en el pasado. He tenido la bendición y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me atendré a los estándares más altos".

Además de la orquesta de Filadelfia, que ha anulado la actuación inaugural de Domingo prevista para septiembre, la Ópera de Los Ángeles abrirá una investigación al cantante español, director general de esta entidad desde 2003. Otras instituciones musicales, en cambio, ponen la mano en el fuego por el tenor español. La presidenta del Festival de Salzburgo, Helga Rabl-Stadler, respalda a Plácido Domingo. Ayer confirmó que el cantante actuará allí, como estaba previsto, los días 25 y 31 de agosto en la ópera de Verdi "Luisa Miller". También declaró: "Conozco a Plácido Domingo desde hace más de 25 años. Desde el principio me ha impresionado, junto a su capacidad artística, sus modos respetuosos con todos los trabajadores y trabajadoras del Festival", señala Rabl-Stadler. "Si las acusaciones contra él también se hubieran producido en la sede del Festival, seguro que lo habría sabido", añadió

La soprano y presidenta de la SGAE, Pilar Jurado, también salió ayer a defender la honorabilidad del tenor asegurando que ella "nunca" se ha visto en esa situación y que el cantante es "un perfecto caballero". "Es complicado porque yo no sé lo que ha vivido otra gente y no puedo decir si es verdad o mentira, porque no estaba allí. Pero sí puedo decir que conmigo la relación con él ha sido de un perfecto caballero y de afectividad absoluta", señala

La soprano Davinia Rodríguez también habló ayer para respaldar a Domingo, con quien ha compartido escenario en diversas ocasiones. "Jamás he sentido el más mínimo indicio de lo que se le acusa al maestro. Cada vez que he podido compartir producción con él me ha demostrado tanto a mí como a cada unos de mis compañeros y trabajadores del teatro, desde el más alto cargo al mínimo, el mayor de sus respetos con la humildad y generosidad que tanto le caracteriza", aseguró.