Después de Sergio Ramos y Pilar Rubio, y de su compañero Iago Aspas y Jenni Rueda, ayer fue el turno de Hugo Mallo en una semana de bodas futbolísticas. El capitán del Real Club Celta se dio el "sí, quiero" con su novia, la buenense Carla Caíño, en una ceremonia que fue oficiada por el alcalde de Bueu, Félix Juncal, y que se celebró en el Pazo de Santa Cruz de esta localidad.

Por separado, como mandan los cánones, y en un coche de época, llegaron los novios al pazo. Mallo lo hizo con un elegante traje azul con corbata del mismo color y chaleco gris. Carla lo hizo un poco más tarde, con un vestido de encaje blanco escotado con velo de tul y larga cola, portando en su mano derecha un ramo de flores. Dentro ya los esperaban los 160 invitados de un acontecimiento que reunió a un buen número de jugadores del presente y el pasado celeste, con un importante peso de la cantera. Santa Cruz fue, por un día, A Madroa.

Brais Méndez (con pajarita y pantalón corto), David Costas, Rubén Blanco, Sergio Álvarez, Fran Beltrán, Kevin Vázquez y por supuesto su gran amigo Iago Aspas (sin Jenni Rueda, con quien se encontraría ya en el interior del recinto) representaron a la plantilla actual del Celta. Pero no faltaron otros canteranos ya fuera de la escuadra céltica como Roberto Lago, Yoel, Dani Abalo o Pape Cheikh. Además de ellos estuvieron presentes otros futbolistas como Claude Beauvue y Carlos Bellvís o el ya retirado Quique De Lucas. Y tampoco faltó el médico del club y de la selección española, Juan José García Cota.

Tras la ceremonia los invitados hicieron pasillo a los recién casados con bengalas celestes y blancas formando los colores del Celta. Luego sería el momento del banquete, a cargo del restaurante Casa Solla. Más de una veintena de aperitivos -alguno de ellos tan original como el chupito de lacón con grelos- dieron paso a la comida, con protagonismo para bogavante, cigala y camarón, además de unos principales como el rape y las carrilleras.