Un compromiso firme y decidido de servicio al conjunto de los españoles. Ese fue el mensaje rotundo que quiso lanzar Felipe VI al cumplirse sus cinco años de reinado en un acto muy especial con ciudadanos ejemplares de toda España. El monarca, ante la atenta mirada de la Princesa de Asturias en su primer acto oficial tras conocerse que participará en octubre en la entrega de los premios que llevan su nombre en el teatro Campoamor, defendió con fervor la "senda de la convivencia" y exhibió su confianza en un "destino colectivo en democracia y libertad".

Estuvo Felipe VI bien arropado por la reina Letizia y sus hijas Leonor y Sofía, compartiendo gestos de complicidad y cariño en el Salón de Columnas del Palacio Real durante la entrega de la Orden del Mérito civil a 41 personas consideradas un ejemplo en su labor cotidiana. Entre ellas, dos gallegos: Avelina Amado Fernández, profesora de Formación Profesional en el concello de Neda, A Coruña, y José Antonio Gómez Castro, Joselito, marinero y armador de pesca artesanal de Portonovo, Pontevedra.

Los Reyes quisieron hacer coincidir la entrega de estas distinciones con el día que se cumplía el lustro de su reinado, de la misma forma que entregaron estas mismas condecoraciones a otras decenas de ciudadanos al cumplir su primer año en el trono.

Son personas que muestran esa "senda de la convivencia" que por la que quiso transitar el monarca, reiterando la vocación integradora de la Corona, su independencia y neutralidad, así como su promesa de ejemplaridad, dignidad, integridad y capacidad de sacrificio y entrega sin reservas a España que hizo el día de su proclamación ante las Cortes. Un servicio a todos los españoles que desde el primer momento ha guiado todas sus actuaciones como jefe del Estado y una responsabilidad que va unida "a una confianza plena en nuestro destino colectivo en democracia y libertad".

El Rey animó a mirar al futuro con ilusión, orgullo y determinación, con la confianza que da la voluntad de los ciudadanos de vivir en concordia y seguir dando pasos hacia un futuro de mayor bienestar y progreso. El ejemplo de los condecorados le hizo destacar que demuestran que España es un gran país, capaz de superar las adversidades, avanzar y progresar.

Después del acto se hizo una foto de familia a la que se sumaron estudiantes del colegio "Infanta Leonor" y que tienen a misma edad que la infanta Sofía, y los reyes dieron una recepción a los condecorados manteniendo una animada charla. Clotilde Veniel, ama de casa valenciana de 107 años, una misionera madrileña, un donante de sangre en 161 ocasiones, un apicultor, un belenista... fueron algunas de las personas condecoradas en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Veniel, la veterana del grupo, fue gentilmente acompañada a su asiento por Leonor y Sofía tras recoger su condecoración. La más joven fue la voluntaria tinerfeña de la ONG Manos Unidas Natalia Díaz, de 19 años, distinguida por representar el espíritu solidario de la juventud española.

Se reconoció a dos vecinos de la localidad mallorquina de San Llorenç que auxiliaron a una familia holandesa atrapada en las riadas que hubo en octubre de 2018. Y al sevillano Eugenio Baisón, padre reciente a los 71 años que da charlas para concienciar a los estudiantes de la importancia de que donen: él mismo donó sangre 161 veces. Los gremios más numerosos fueron el de los profesores, investigadores, empresarios y voluntarios, como el invidente que visita a personas con discapacidad para animarles a seguir luchando. Hubo representantes del ámbito cultural y rural, y dos representantes catalanes, ambos de Barcelona, un médico y un arquitecto parapléjico. La que vino de más lejos fue la misionera madrileña Mónica de Juan, que ayuda en un colegio en Cité Soleil, el suburbio más pobre de Haití.