El actor Tom Hanks, que presta su voz al personaje de Woody en "Toy Story", cuya cuarta entrega se estrena el viernes, asegura que el éxito de esta popular serie de Pixar se debe al "elemento mágico que hay en unos juguetes que cobran vida, algo que todo el mundo quiere creer que es cierto". El actor norteamericano ha alimentado esta ilusión, al añadir que no se puede demostrar que no sea así, "porque a lo mejor los juguetes cobran vida cuando están solos".

"Los juguetes (en 'Toy Story') tienen una vida interior, combinada con historias y aventuras fantásticas que están en todos nuestros sueños, y además reflejan todos los cambios a los que nos enfrentamos cuando nos hacemos adultos", ha señalado. Destaca el protagonista de "Filadelfia" y "Forrest Gump" que detrás de las películas de esta serie animada "no hay brujería, ni pócima mágica, ni venenos, son juguetes que cobran vida y se enfrentan a los problemas que tienen, y esa es la clave del éxito".

En tiempos del "Me Too", Hanks elogia que en "Toy Story 4" los personajes femeninos sean fuertes y líderes: "Las experiencias que ha tenido Poppy (una muñeca de porcelana) le permiten estar al mando, es inteligente, como debe ser, y Woody, que es honesto, tiene la experiencia suficiente como para saber que no sabe nada y que la candidata natural para liderar es Poppy". El vaquero Woody puede ser "un buen ejemplo de vivir en una meritocracia y que los inteligentes lideren el camino". Sobre la débil frontera que separa el cine de la televisión, que ha propiciado una emigración masiva de actores y directores a la pequeña pantalla, Hanks piensa que "el cine dura dos horas, tiene una estructura de tres actos, mientras que en la televisión un episodio puede durar una hora y continuar hasta el siguiente episodio".