La diseñadora de moda neoyorquina Gloria Vanderbilt falleció ayer a los 95 años, según indicó su hijo, el conocido presentador de la CNN Anderson Cooper, que destacó la "extraordinaria" personalidad de quien saltó a la fama por un sonado juicio cuando era niña.

La artista, muy conocida entre la clase alta neoyorquina, falleció en su casa junto a sus familiares y amigos, aseveró Cooper, que destacó de ella que "amaba la vida y la vivió con sus propias reglas". "Era pintora, escritora y diseñadora, pero también una destacada madre, esposa y amiga", detalló su hijo en la nota publicada por el canal de televisión. "Tenía 95 años, pero si le preguntas a cualquiera cercano a ella, te dirían que era la persona más joven que conocían, la más 'cool' y la más moderna", zanjaba el comunicado.

Nacida en Nueva York en 1924, Vanderbilt creció en Francia, donde se mudó su madre tras el fallecimiento cuando solo contaba con 18 meses de vida de su padre, el heredero del magnate del sector del ferrocarril Reginald Vanderbilt.

Su vida fue desde pronto parte del espectáculo mediático, ya que su madre y su tía -la hermana del difunto Reginald Vanderbilt- se enfrentaron en los tribunales por su custodia, en un sonoro juicio que fue la comidilla de la época y en la que la tutela de Gloria fue a parar, finalmente, a su tía Gertrude. El caso fue llevado a la televisión por la NBC en 1982, en una serie.

Lo que le lanzó verdaderamente a la fama fue su faceta como diseñadora de ropa, especialmente por los vaqueros de su marca.

Madre de cuatro hijos y esposa de cuatro maridos -Cooper es hijo del cuarto-, a Vanderbilt se la relacionó con lo más granado del siglo XX, como el actor Marlon Brando, el cantanta Frank Sinatra o el escritor Roald Dahl.