| El joven barcelonés Miki Núñez parece repuesto de los efectos que el "huracán Eurovisión" suele tener con las canciones que presenta la delegación española y, sin tiempo para lamentaciones, está preparando ya su primer disco "con los pies en el suelo", asegura en una entrevista con Efe.

Aún no ha pasado ni una semana desde que se subió al escenario en Tel Aviv, donde su canción quedó en un decepcionante puesto 22 (de 26) tras unas siempre extrañas rondas de votaciones.

Este joven (Terrassa, 1996) salido de la última hornada de Operación Triunfo ha tenido unos días para encontrarse con la familia y los amigos y, sobre todo, para relativizar lo ocurrido en los últimos meses de su vida.

"Esto ha sido sólo el inicio", dice nada más comenzar la conversación, una advertencia, quizás para los que sólo ven en él a un chico con buena presencia y desbordante energía escénica. Y todavía lo deja más claro: "he venido aquí a componer".

Y lo ha estado haciendo de la mano del autor de 'La venda', Adrià Salas del grupo La Pegatina, del cantante catalán Nil Moliner o la banda Oques Grasses, con los que está ultimando su primer trabajo.

Si se cumplen los plazos, el primer single de Miki verá la luz en un mes, y seguirá el estilo "festivo y alegre" de "La venda", avanza el cantante.