La enfermedad golpea (también) a la periodista Sara Carbonero y pareja del futbolista Iker Casillas, poco después de que este sufriese un infarto de miocardio. La presentadora acaba de revelar en su cuenta de Instagram que sufre un cáncer de ovario. Concretamente, que ha sido operada tras detectársele un "tumor maligno" y que afronta "unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente".

"Cuando aún no nos habíamos recuperado de un susto, la vida nos ha vuelto a sorprender. Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir", relata literalmente la periodista. "Hace unos días en una revisión, los médicos me vieron un tumor maligno de ovario y ya he sido operada. Todo ha salido muy bien, afortunadamente lo hemos pillado muy a tiempo pero todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente. Estoy tranquila y con la confianza de que todo va a salir bien. Sé que el camino será duro pero también que tendrá un final feliz. Cuento con el apoyo de mi familia y amigos y con un gran equipo médico", concluye Carbonero.

Además, siguiendo su estilo con citas literarias, se ha referido a un pasaje del escritor japonés Murakami. "Una vez que termine la tormenta, no recordarás como lo lograste, como sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta".

Además, Iker Casillas ha vuelto a nacer... a sus 38 años, cumplidos el pasado lunes. Ha experimentado en cuerpo y alma lo que supone tener que cambiar de vida y el futbolista ha querido compartirlo con sus seguidores el día en el que ha soplado las velas: "Esta vez no ha sido un gran cumpleaños [...] aún así, he tenido que posar y mostrar esta cara algo alegre. Tengo que estar feliz, feliz porque desde hace 20 días uno sigue estando aquí con vosotros", explicaba. Unas palabras sin duda muy duras, que explican mejor que nada cómo ha sentido cercana la muerte.