Tras unos días muy complicados debido al infarto de miocardio que sufrió Iker Casillas hace un par de días, Sara Carbonero demostró que es una profesional y no faltó al desfile que cada año organiza la marca Calzedonia y con el que ella ya se había comprometido hace mucho tiempo. Allí habló del percance de salud de su marido.

- ¿Cómo es la vuelta al trabajo después de lo que ha pasado con Iker?

-La verdad es que se trataba sobre todo de dar un mensaje de normalidad. Estamos contentos porque ha salido todo muy bien.

- ¿Te planteas tomarte de otra forma el trabajo?

-No, eso no tiene nada que ver. Lo peor que podemos hacer en la vida es coger miedo. Es verdad que estas cosas sirven para muchas cosas positivas como por ejemplo relativizar, no enfadarse por tonterías, vivir el ahora, ser conscientes de que pasan estas cosas y que un día estás aquí y al día siguiente no.

- ¿Cómo está Iker?

-Está bien, tranquilo en casa, muy relajado, recibiendo un montón de visitas. Está todavía asimilando un poquito lo que fue.

- ¿Indicaciones?

-En esos temas médicos y delicados me parecen bastante privados. Yo creo que lo más importante es que le han dicho es que podrá hacer una vida 100% normal.

- En el momento de la noticia tú estabas lejos.

-Estaba en Madrid subiendo a un avión, volvía en ese momento, no adelanté mi vuelta ni nada de eso, pero creo que son detalles que no interesan. Yo iba a volver ese día porque había terminado mi trabajo y estaba cogiendo el avión de Madrid a Oporto, estaba muy cerquita.

- Me imagino que los niños en este momento son una inyección de vitalidad.

-Sí, al final los peques, como en todo, ayudan mucho a animarte, a sonreír. Los niños son un chute de energía, son mucha alegría.

- ¿Es buen paciente Iker?

-La verdad es que sí, no se ha quejado demasiado, ha tenido mucha paciencia, que es lo que había que tener para estar unos días más por precaución, y de momento no está dando nada de guerra.

- ¿En quién te has apoyado más?

-Yo creo que al final todos somos más fuertes de lo que pensamos, y cuando pasa algo así pues lógicamente todo el mundo, familia, amigos, otra cosa no, pero muestras de cariño no nos han faltado, ha tenido un aluvión de reconocimiento, de cariño, una especie de homenaje en vida, afortunadamente.

- Él también se sorprendió...

-Él no estaba pendiente de todo, en el hospital no estaba siguiendo todo, yo sí que lo veía un poco más y se lo contaba, pero siempre te sorprende, por mucho que sepas que la gente te quiere tanto, fue desmesurado, una pasada.