Los secretos detrás de un concierto monumental que pasó a la historia del pop, repleto de reivindicaciones raciales y feministas, es lo que explora "Homecoming", el documental que dirigió y acaba de estrenar Beyoncé en Netflix sobre su memorable paso en 2018 por Coachella.

Este festival, que anualmente celebra en el desierto californiano la cultura hípster y alternativa, se rindió el año pasado a una estrella capaz de llevar al escenario no solo un espectáculo desbordante de música y baile sino de enmarcarlo conceptualmente con un contundente mensaje de orgullo negro y feminista. La historia de "Beychella", como se conoce coloquialmente a la edición de 2018 de Coachella, no fue sencilla, ya que la artista había sido inicialmente fichada para liderar el festival de 2017.

Sin embargo, Beyoncé se quedó embarazada de gemelos y aplazó su actuación al año siguiente. Todos los focos estaban puestos sobre ella, en un evento con otras figuras como The Weeknd o Eminem, y durante ocho meses, tal y como muestran las casi dos horas y media del documental, preparó a conciencia un show destinado a trazar su legado artístico.

"Homecoming" se ha editado también como disco.