Después de la emisión del documental "Leaving Neverland", en el que afirma que Michael Jackson habría cometido abusos sexuales, la imagen del cantante está cada vez más dañada. Ahora, la última mujer del rey del pop, Debbie Rowe, ha hablado y ha confesado que los hijos del cantante, Prince y Paris, no son suyos, ya que nacieron fruto de un donante de esperma porque nunca mantuvieron relaciones sexuales. Rowe ha explicado al periódico "The Sun", que se sintió como una yegua durante su matrimonio: "Me fecundaron de la misma manera que yo fecundo a mis yeguas para reproducirse; yo era su pura sangre". Ya en su día se cuestionó la paternidad del cantante ya que sus hijos nacieron con el pelo rubio y los ojos azules, pero no ha sido hasta ahora, cuando ha hablado Rowe el momento de salir de dudas. El matrimonio se rompió en 1999 cuando Rowe renunció de los derechos sobre sus hijos. El tribunal desestimó la petición y la pareja tuvo que llegar a un acuerdo lejos de los juzgados.