El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, reivindicó el "enorme sentido de Estado" de su predecesor, Mariano Rajoy, a la hora de enfrentarse a la declaración unilateral de independencia de Cataluña, frente a la "hipocresía", el "ventajismo" y la "irresponsabilidad" del actual líder del PP, Pablo Casado.

"Cataluña nos unió", dijo anoche Sánchez sobre Rajoy, en la presentación de su libro "Manual de resistencia", donde reconoció que "aprendió" de él durante la "crisis tremenda" de octubre de 2017 y que le tiene "aprecio" y "respeto".

El presidente argumentó que, igual que Cataluña les unió a él y a Rajoy, les "debería unir Cataluña también a los partidos constitucionalistas", a los que pidió que reflexionen, porque "si no, no resolveremos el problema de Cataluña y si no lo resolvemos, no podremos volcarnos en la educación, el sistema fiscal, el cambio climático....".

En el diálogo que mantuvo con los presentadores Mercedes Milá y Jesús Calleja para presentar su libro ante unas 300 personas en un hotel de Madrid, Sánchez contrapuso la actitud de Rajoy con la de Casado a la hora de enfrentarse al problema de Cataluña y sostuvo que el "155 perpetuo" que propone el nuevo líder del PP "es una absoluta irresponsabilidad y es no conocer la envergadura de las decisiones que se tienen que tomar". Algo que supieron interpretar Rajoy y él es que "cualquier tipo de acción de esa envergadura no puedes tomarla sin ser consensuada" con el principal partido de la oposición.

Por eso, a su juicio, "estar constantemente en el 'pim, pam, pum territorial es un ejercicio de enorme hipocresía" y es "ser absolutamente ventajista". Tras criticar que el PP exija lealtad al PSOE cuando está en el Gobierno y sea desleal con él cuando está en la oposición, ha subrayado que le gustaría recibir del PP el "mismo grado de lealtad" que él tuvo con Rajoy.

Sánchez anunció que donará a las "personas sin hogar" los beneficios que recaude por la venta de su libro. Y expresó su opinión acerca de los referentes históricos de su partido, el PSOE, como Felipe González o Alfonso Guerra, quienes han cuestionado recientemente la gestión del diálogo con el independentismo catalán. "Son referentes socialistas que fueron referentes de una España que ya no es", dijo.

Ante algunas de las conversaciones que cuenta Sánchez en su libro y que más polémica han levantado, como la que se refiere a su relación con el Rey y sus contactos previos a su investidura fallida, asegura que "nadie" de las personas a las que él menciona en el libro, ni siquiera Felipe VI, se ha dirigido a él para reprocharle "nada" de lo que cuenta.

Por otro lado, la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, defendió los pasajes que hacen referencia a la crisis interna que vivió el partido en 2016, y de hecho, contó que "durante mucho tiempo, mucha gente" le ofreció dinero para "contar todo lo que se había vivido en esos meses". Lastra aseguró que "hay mucha gente agradecida" porque en el libro "no se ahonda en la fractura de aquellos meses". Afirmó que "se intenta transmitirlo como un aprendizaje de cosas que no pueden volver a ocurrir". Se refirió así a los tramos de la publicación en los que Sánchez vuelve a aquellas semanas que vivió el PSOE en 2016, caracterizadas por su dimisión tras una tormentosa Ejecutiva Federal y por su renuncia al acta de diputado.