La presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, sorprendió ayer durante su visita oficial a Letonia, al aparecer con el rostro visiblemente cambiado. La que fuera vicepresidenta del Gobierno, de 69 años, ya mostró un cambio a sus rasgos faciales hacia 2012, aunque ella siempre ha negado haber recurrido al bisturí. "No tendría inconveniente en decirlo", ha dicho. La forma de sus pómulos y el cambio de expresión de su cara parecen apuntar a lo contrario.