La sonda china Chang'e 4 ha desplegado tres antenas de cinco metros desde su posición en la cara oculta de la Luna para intentar recibir ondas de baja frecuencia que "podrían ayudar a revelar cómo era el universo justo después del Big Bang", según asegura el diario hongkonés South China Morning Post. Estas antenas captan ondas que los aparatos en la Tierra no logran detectar porque las bloquea la atmósfera. "La cara oculta de la Luna es muy silenciosa, ya que no hay ruido de satélites artificiales", aseguró el subdirector del Centro de Ciencia Espacial de China, Zou Yongliao. "Detectar ondas de baja intensidad desde allí -explicó Zou-es un sueño para astrónomos de todo el mundo".