La historia de Alejandro Albalá y Sofía Suescun sigue coleando como lo hizo la del que quería ser piloto con Isa Pantoja. Las dos han sido finalmente unas relaciones tormentosas para el guapo joven que sigue sin poder rehacer su vida lejos de Suescun.

Alejandro Alba acudía este domingo 23 de diciembre al plató de 'Viva la Vida' para someterse a una sesión de análisis psicológico. Ahí, confirmaba lo que os veníamos contando, su enganche a dos mujeres, no entender -en ocasiones- su comportamiento en el que parecía que aguantaba todo lo inaguantable y que podía parecer que lo asumía con tal de seguir en el candelero implicando dejarse de hablar con su madre, y lo que le cuesta olvidarse de ellas.

El exnovio de Isa Pantoja contaba sobre esta, lo enganchado que estaba de ella: "Me arrepiento de todo con Isa: Haber estado con ella y haber dejado a mi madre durante un mes". Y reconocía lo que le sucedía con la hija de la tonadillera de mismo nombre: "Estando con ella cambiaba completamente". Recordad que hasta se dejó de hablar con su madre Paz Guerra.

"Isa me tenía totalmente anulado, se aprovechaba de mí y yo me dejaba", confesaba el joven, de una actitud que muchos veían y que no se entendía por qué seguía con ella, ¿dependencia? ¿amor? ¿fama? Terminada esa relación ha vuelto a experimentar una relación al lado de la chica que participaba en 'Mujeres y Hombres y Viceversa', Sofía Suescun, con los mismos patrones de su relación con la hermana de Kiko Rivera.

"Yo he querido má a Sofía que ella a mí"

En la sesión con la psicóloga de 'Viva la Vida' reconoció que aún tiene sentimientos por Sofía y terminó llorando: "Seguramente yo he querido más a Sofía que ella a mí", reconociendo que sigue enamorado de Suescun. La psicóloga diagnosticaba lo mismo, que "Alejandro sigue enamorado de Sofía aunque en este último mes ha avanzado muchísimo".

A pesar de las poca falta de tacto y flirteos de sus novias y diferencias grandes -de capítulo aparte- con las madres de sus novias tanto con Isabel Pantoja como con Maite Galdeano, Albalá permanecía ahí, frente a las cámaras y al lado de ellas lo que daba a pensar que aguantaba por fama pesar de que él siempre había tenido muy claro el ser piloto de avión.

Dependencia de las mujeres

En este analísis psicológico del diván del programa que presenta Emma García, Alejandro reconocía a la psicóloga que tiene dependencia de las mujeres por su situación familiar: madre, hermana, abuela... "Tengo cicatrices de mujeres", ha afirmado sin pudor.

El exnovio de Isa Pantoja dejaba entrever que tenía un fuerte condicionamiento por su madre Paz Guerra: "La que ha regido como pilar fundamental ha sido mi madre". De hecho Paz que, en un principio fue muy discreta, no tuvo reparo en salir a buscar a su hijo perdido ante las cámaras de televisión al ver que la dejaba apartada y abandonaba su casa por Isa Pantoja. Guerra, dejaba ver su cara más triste al no poder tener contacto ninguno con su hijo por la que fuera su novia.

Según la psicóloga uno de los problemas de Alejandro Albalá Guerra es "la cierta adicción a la fama de sus novias y le das importancia según la fama que tenga".

En cuanto a la figura paterna explicaba Albalá que sí que ha tenido roce pero que no ha sido lo mismo que con su madre: "Mi padre sí que ha estado ahí pero sí que es cierto que con mi padre he estado pero ha sido distinto porque nos veíamos cada 15 días y dos días".

Deja la puerta abierta a Sofía Suescun

Desde el programa de Emma García han querido ahondar más preguntándole que dónde está el Alejandro de la isla que llegó y dejó en prime time a Suescun, pero él confesaba que era una rabia contraída. Pero si algo tiene claro, sin perder la esperanza, el novio de estas famosas televisivas carne de cañón de noticias y 'realities' es que: "Hay que ser feliz".

Todavía no sabemos como va a terminar la historia de Sofía Suescun y Alejandro Albalá, aunque lo que sí sabemos es que este no ha sido el punto y final ya que ella se ha sentido muy dolida al escuchar de palabras de su exnovio que le estaba haciendo mucho daño y que no volvería con ella y veía que estaba quedando como la mala de la película, algo que ella no quería. Así que Sofía dejaba ver que Alejandro había dicho que no volvería con ella tocándola en su corazón y él de pronto sorprendía, a pesar de cerrarse en banda a darle un abrazo o un beso, con un: "Yo no he dicho que no volvería con Sofía en la vida".