"La música es salvadora y sanadora", defienden los hermanos Oviedo, Jesús y Daniel, integrantes del dúo GMLRS ("Gemeliers"). Los gemelos más famosos de la música española están en plena transición hacia una música "más urbana, más refrescante", tal y como han dejado entrever en su disco "Stereo", presentado este verano. Con una gira por varias ciudades en el horizonte, los hermanos reflexionan sobre su música y sobre este momento de cambio.

-¿A qué obedece el cambio de GMLRS?

-Ha salido solo. Más que un cambio ha sido empezar de nuevo (también han cambiado de discográfica). Ahora nos sentimos libres, ya podemos hacer la música que realmente nos gusta, componer nuestras propias letras, algo que antes no podíamos hacer. De ahí lo de empezar de cero. Ahora hacemos lo que queríamos hacer desde bien pequeños, porque realmente y aunque fuera sin querer nos hemos criado con la música latina, con el pop urbano que se lleva ahora.

-¿Reniegan de algo de su trayectoria?

-Este mundo es un negocio y no todo sale siempre como uno quiere. Estamos felices, pero hay cosas que no volveríamos a hacer nunca más. Por eso hemos hecho ese gran cambio, en todo, a nivel artístico, de estilismo, personal y también de equipo. Todo lo que nos ha pasado nos ha convertido en lo que somos ahora. De todo se aprende y de todo se sale. Lo que pasa es que cuando uno se equivoca en esta profesión suena mucho más.

-¿Siguen pensando que "lo mejor está por venir", como dice una de sus canciones más populares?

-Por supuesto. Afrontamos cada año con más fuerza y con más ganas. Siempre aspiramos a más, aunque cada vez es más difícil porque nuestros objetivos son altos: queremos conquistar el mundo.

-¿Qué esperan de 2019?

-Salud y felicidad, eso lo primero. Después éxito y seguir disfrutando de la música. Queremos recoger todo lo que hemos sembrado, porque estamos trabajando bastante duro.

-¿En qué falla "Gemeliers"?

-Las redes sociales me dan cierta pereza (habla Daniel Oviedo), pero tampoco me van mal.

-En las redes les alaban, pero también les dan muchos palos.

-No todo el mundo come del mismo pan. Hay gente a la que le gustamos y otra a la que no. Lo que pasa es que la educación la tienen unos y otros no. Nosotros no vamos por ahí divulgando lo que nos desagrada.

-A punto de cumplir los 20 añitos. ¿Cómo se ven a los 40?

-Ojalá sigamos con nuestra carrera, y si no es haciendo shows por lo menos componiendo para otros artistas.

-¿Cuándo supieron que estaban llamados a triunfar en el mundo de la música?

-Nunca lo supimos. Todo ha sido una sorpresa. Hubo firmas de discos a las que no vino nadie, solo nuestros padres.

-Dijeron antes que se sienten libres, ¿aunque su padre continúe viajando con ustedes?

-Es cierto que cuando estamos en casa mucho tiempo pensamos: "Joder, qué coñazo, ya tenemos 20 años". Pero necesitamos a nuestro padre, necesitamos seguir educándonos. Somos muy jóvenes. Nuestra familia forma parte del proyecto. Nuestro padre es quien lo gestiona todo, el que se encarga de las cosas que no se ven.

-¿Dejarían a sus hijas, de tenerlas, salir con un "Gemelier"?

-Hace un par de añitos no. Los dos estábamos perdidos. Las hormonas estaban a flor de piel. Éramos unos niños, eso sí, siempre con la educación por delante, tanto con los hombres como con las mujeres. Andábamos todo el día por ahí, con muchas amigas, hoteles, pero siempre con cabeza, nada de locuras. Bueno, alguna que otra sí.

-Hablan en pasado. ¿Ya han madurado?

-Sí, sí, ya nos hemos hartado.

-¿Alguna vez han interpretado canciones con letras sexistas?

-En nuestro repertorio no hay cabida para esas canciones, aunque al final todo el mundo acaba escuchando ese tipo de música. Es lo que se lleva ahora. Y muchas veces la gente canta sin saber lo que está cantando. Nosotros siempre hemos sido bastante respetuosos con nuestras letras porque lo somos en nuestro día a día real. Pero bueno, un poco de picardía sí se puede tener, ninguno de los dos somos tontos, pero sin faltar el respeto a nadie, ni a la mujer ni al hombre.

-¿Hay letras de otros que les escandalizan?

-Sí, hay muchas letras que escandalizan y que resultan muy obscenas. No hay filtros. No diremos nombres, pero las letras cada vez van a peor. Ya no se lleva el amor de antes, ahora se va a una discoteca, se dan tres besitos y para la cama; nosotros preferimos ahondar en el amor.

-Siempre de ciudad en ciudad, ¿han percibido el clima de crispación que se ha instalado en España?

-En un concierto no hablamos de política, no vamos a manifestarnos, sino a pasarlo bien, a divertirnos durante hora y media. La música es salvación. Y tiene poderes sanadores. Muchos niños que lo están pasando mal en hospitales nos envían cartas contándonos que van con los auriculares y nuestra música camino del quirófano. También hay otros que nos confiesan que "Gemeliers" les ayuda contra el "bullying", tan presente en las redes y colegios.

-¿Qué aterra a "Gemeliers"?

-El fracaso.