La heredera de Inditex, Marta Ortega, y su marido, Carlos Torreta, reaparecieron ayer, veinte días después de su boda, en el mismo lugar donde se les fotografió por última vez antes de partir rumbo a la India para disfrutar de su luna de miel. Como cabía esperar, el centro hípico de Casas Novas, -que este fin de semana acoge la celebración del Concurso de Saltos Internacional de A Coruña, que por tercer año es puntuable para la Copa del Mundo, Longines FEI World Cup Jumping-, fue el escenario elegido por la pareja de recién casados para regresar a la vida pública, tras unos días de relax en el país asiático, donde visitaron entornos tan espectaculares como la ciudad blanca de Rayastán o el Taj Mahal.

Acompañados por Amancio Ortega, entre los que se encontraban el exdirector general de Inditex, Juan Carlos Rodríguez Cebrián, y su esposa, Lola Ortega -sobrina del fundador de Inditex-, Marta y Carlos siguieron con interés la competición, con un significado más especial en esta ocasión, si cabe, para la heredera del gigante textil.Y es que la joven aprovechará esta cita ineludible en su calendario para despedir a Carlo 273, un caballo tordo de la raza holsteiner que su padre le regaló cuando se casó con Sergio Álvarez Moya y que, desde entonces, el jinete ha montado con éxito.

Álvarez Moya, actualmente retirado de la competición debido a una operación a la que se sometió hace unas semanas y de la que todavía se está recuperando, también se dejó ver ayer en las instalaciones de Larín. Pese a su separación, la heredera de Inditex y el jinete asturiano siempre han mostrado una gran sintonía, que de nuevo ayer se hizo evidente, cuando el joven se acercó a saludar a los recién casados y también a Amancio Ortega, con quien pasó un buen rato conversando animadamente.

Otro de los grandes protagonistas de la tarde de ayer en el complejo hípico arteixán fue el hijo de Marta Ortega y Álvarez Moya, Amancio -que el próximo mes de marzo cumplirá seis años-, con quien todos los miembros de la familia se mostraron muy cariñosos, pero especialmente su abuela, Flora Pérez, quien disfrutó de buena parte de la competición con el pequeño en brazos.

Para disfrutar de la hípica en familia, Marta Ortega eligió un sencillo estilismo de estética militar, una de las tendencias de esta temporada. La joven lució una camisa en color verde oliva, que combinó con un pantalón de corte marcial de una tonalidad ligeramente más clara. Para combatir el frío del exterior, la joven se decantó por una cazadora corta en azul marino con bolsillos de plastrón sobre el pecho y unas trabillas sobre los hombros.

Segunda visita

Junto con la familia Ortega, anfitriones del evento, otra de las figuras mediáticas de la tarde de ayer en Casas Novas fue Athina Onassis, amiga íntima de la hija pequeña del fundador de Inditex y una habitual, desde hace años, de la cita hípica coruñesa. Esta es la segunda visita de Onassis a A Coruña en menos de un mes, ya que la multimillonaria griega fue una de las invitadas al enlace de Marta Ortega y Carlos Torreta, al que también acudieron otros rostros conocidos como la actriz Amaia Salamanca o los modelos Jon Kortajarena y Eugenia Silva.