Fue una noche de rescates, lazos rotos y llantos. El escritor valenciano Santiago Posteguillo abrió el arcón de la historia para contar en "Yo, Julia", novela ganadora del premio Planeta, la vida de Julia Domna, poderosísima esposa del emperador romano Septimio Severo. Su triunfo en la gran pasarela editorial fue observado por la flor y plata de la sociedad catalana, ante rostros mediáticos y en presencia de escritores variada portada. Fue el ministro de Cultura, José Guirao y asistió la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pero el gobierno de la Generalitat se exilió. Nunca había ocurrido antes. Y las lágrimas las puso el escritor Fernando Sánchez Dragó por la dicha de su hija, Ayanta Barilli, como finalista con la novela "Un mar violeta oscuro".
La génesis de la novela de Posteguillo se remonta a 2012, cuando pasó por Deià, visitó la casa museo del gran escritor Robert Graves y entró en la estancia donde escribió "Yo, Claudio". Pasó el tiempo, puso fin a la trilogía de Trajano y supo de la existencia de Julia Domna, la más poderosa de todas las emperatrices romanas. "La igualdad también se construye recordando a aquellos personajes femeninos que existieron y que los que hombres, que escribieron la historia, se olvidaron de ellas", dijo el escritor.
Sánchez Dragó dijo con entrecortado llanto que Ayanta era "la bendición de su vida" y cuando leyó original le mandó un correo diciéndole que era "una obra maestra" y que había sentido lo mismo que 50 años antes cuando cayó en sus manos "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez. Menudo listón le puso. "Mi padre es así, un dragón, no puede remediarlo. Yo soy más discreta, más mesurada y aunque todo me parte el corazón sé controlarme", admitió Barilli, que quizás algún día intente hacerse con el primer premio: "¿Por qué no? Soy hija de dragón". Llameante promesa.
