No hay mejor campaña de marketing que la propia muerte. El fallecimiento, a los 76 años, de Aretha Franklin provoca un espectacular aumento de las ventas de sus discos y canciones. Solo el día de su muerte, subieron hasta un 1.558% en comparación con el día anterior. Su voz se mantiene con vida.

En total, se compraron 115.000 álbumes y canciones en digital y 19.000 copias de sus álbumes en soporte físico el día de su fallecimiento. La sed de soul también se hizo notar en las descargas de sus éxitos, hasta 16.000 veces en el caso de su canción "Respect".

Los discos más vendidos de la Reina del Soul fueron: "30 greatest hits"; "Amazing Grace"; "Queen of Soul: The best of Aretha Franklin"; "Soul Queen" y "The best of Aretha Franklin". La compañía analítica de datos Nielsen Music considera que estas impresionantes cifras tendrán un destacado impacto en la lista Billaboard. En ella se publican los 100 sencillos más vendidos en Estados Unidos, con el fin de promover el consumo de la industria musical nacional e internacional.

Mientras tanto, Detroit se engalana para despedir a la artista. Según declaró la familia de la cantante, el velatorio y posterior entierro se celebrarán a puerta cerrada, ciudad natal de Franklin, el 31 de agosto. Sus seguidores podrán presentarle sus respetos en la capilla ardiente que tendrá lugar los días 28 y 29 de este mes en el Museo de Historia Afroamericana Charles H. Wright de la ciudad. En el cementerio "Woodlawn" descansarán los restos de Aretha Franklin, donde ya están enterrados su padre y otros familiares.

Última actuación

Tras su larga lucha contra el cáncer de páncreas, Aretha Franklin falleció el jueves. Su última actuación tuvo lugar en noviembre de 2017 durante la gala anual de la AIDS Foundation de Elton John. El músico británico reflejó en su cuenta de Instagram su tristeza por la muerte de Franklin. "Su pérdida es un duro golpe para todo aquel que ame la buena música", escribió el artista en su publicación.

La revista "Rolling Stone" afirma que algunos artistas preparan un homenaje para la fallecida estrella del soul en el Madison Square Garden de Nueva York. En vista de el subidón de las ventas de su música, Aretha Franklin sigue alzando la voz.