La reina del pop, Madonna, celebra hoy su 60 cumpleaños por todo lo alto en la ciudad de Marrakech, desde donde ya ha publicado algunas imágenes en su cuenta de Instagram. La elección de Marrakech, aunque no la hizo pública, era un secreto a voces y la cantante disipó todas las dudas con la publicación de un vídeo grabado "caminando por el laberinto de la medina" de la ciudad marroquí mientras se escucha la llamada a la oración desde una mezquita cercana.

Previamente, la Ambibión Rubia había publicado el lunes otra imagen suya ataviada con una variedad de joyas típicas bereberes en la cabeza y el cuello, unidas de forma un tanto estrambótica con un gorro fez rojo en la cabeza.

El cumpleaños de la incombustible Madonna promete ser el acontecimiento más glamouroso de la ciudad ocre en el momento de mayor calor de todo el verano.

La prensa marroquí ha adelantado los nombres de algunos "riads" (casas tradicionales con patio interior) o lujosos palacios donde podría tener lugar la fiesta, a la que se espera que asistan cantantes, actores y otras celebridades próximas a la ya sexagenaria.

Icono del estrellato en el pop, del escándalo, de la transgresión y de la astucia comercial y artística, Madonna es un espejo en el que se miran y comparan incontables pretendientas a divas de la música.

De Britney Spears a Ariana Grande, pasando por Christina Aguilera, Lady Gaga o Beyoncé, las estrellas femeninas del pop de las últimas tres décadas asumieron, en mayor o menor medida, las lecciones de una artista global que cambió las reglas del juego con su mirada rebelde de mujer en un mundo de hombres, sus imponentes espectáculos audiovisuales y su fino olfato para cazar tendencias.

"Era una reina de la música dance con la sabiduría de la calle, el atractivo sexual de Marilyn Monroe, la remilgada frialdad de Marlene Dietrich y la mordaz (y defensiva) labia de una Mae West moderna", aseguró sobre la imagen pública de Madonna en sus inicios el escritor J. Randy Taraborrelli en su libro "Madonna. An Intimate Biography" (2001).

La cantante ha aprovechado su sesenta cumpleaños para lanzar en Facebook una campaña solidaria que busca recaudar fondos para ayudar a los niños en Malaui, país africano en el que Madonna adoptó a cuatro de sus seis hijos.

Teniendo en cuenta la ajetreada carrera y vida social de una artista que siempre ha querido ser el centro de atención, 2018 ha sido un año relativamente calmado para Madonna, que en los últimos meses ha aparecido en los medios, sobre todo, por los inconvenientes y molestias que ha ocasionado su mudanza a la ciudad de Lisboa.

A la espera de sacar un nuevo álbum tras el ya lejano "Rebel Heart" (2015), la popularidad de Madonna no corre peligro, ya que cada movimiento de la cantante, en cualquier dirección y en cualquier ámbito, se sigue observando y analizando con la atención que solo se dedica a los mitos.

Así, la exitosa gira "Rebel Heart Tour", que cruzó el planeta entre 2015 y 2016, vendió más de un millón de entradas y recaudó unos 149 millones de euros. Madonna permanece muy vigente como faro y ejemplo para las jóvenes artistas y en los últimos tiempos ha acentuado aún más su perfil feminista.

"Gracias por reconocer mi capacidad para continuar mi carrera durante 34 años frente a una flagrante misoginia, sexismo, acoso constante y abuso incesante", dijo Madonna en 2016.