El jugador de la NBA Pau Gasol, embajador de Unicef Comité Español, ha pedido "apoyo urgente" para los niños refugiados rohingya y sus familias, durante su visita a algunos de los asentamientos de Bangladesh donde viven más de 506.400 personas, la mitad ellas, niños. Desde agosto de 2017, más de 706.000 rohingyas se han visto obligados a huir de la violencia en Myanmar y cruzar la frontera hacia Bangladesh. De estos, 381.240 son niños. Están viviendo en refugios temporales que ellos mismos han fabricado con los materiales que han ido encontrando en su camino: barro, postes de bambú, pedazos de lona y bolsas de plástico. La mayoría de los refugios están ubicados en laderas con alto riesgo de sufrir deslizamientos de tierra, más aún ahora en la temporada de monzón.

"Hace 15 años que soy embajador de Unicef Comité Español y he podido conocer a niños en situaciones muy duras e injustas, pero lo que estoy viendo aquí es profundamente conmovedor. Han vivido situaciones de extrema violencia que ningún niño del mundo debería experimentar nunca", declaró Gasol en el campamento de refugiados de Leda, donde viven cerca de 47.900 personas.

Desde el inicio de la crisis, Unicef ha estado presente atendiendo las necesidades más urgentes de los niños, suministrando agua potable y alimentos contra la desnutrición, y ofreciendo atención médica básica, apoyo psicosocial y protección, especialmente a los niños que llegan solos. Además, ante el monzón, ha sido necesario el refuerzo o reubicación de instalaciones clave como letrinas, centros de salud y nutrición, espacios amigos de la infancia y escuelas temporales.

"Todos los niños rohingya merecen una oportunidad, merecen crecer con sus familias en un lugar seguro donde se reconozcan sus derechos", añadió el baloncestista español.