El indigente polaco al que unos británicos tatuaron en una despedida de soltero el nombre en la frente del novio, a cambio de 100 euros, ha reaparecido en Benidorm (Alicante), tras dos semanas ausente, y ha denunciado los hechos ante la Policía. Tomek, que así se llama, ha acudido a las dependencias del Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE) para interponer una denuncia.

Tomek estuvo acompañado por Karen Maling, la presidenta de la Asociación de Comerciantes Británicos de Benidorm, que fue quien denunció los hechos e inició una recogida de dinero para borrarle el tatuaje.

El indigente, de 34 años, ha precisado que solo tomó parte en el mismo un británico, y que, al parecer, el nombre que lleva en la frente (Jamie Blake) es el de la novia de esta persona. Sobre el británico que le hizo la proposición, ha detallado que "también estaba bebido, pero no puede decir que no sabía nada porque él me hizo las fotos mientras me tatuaban". También ha criticado el comportamiento del tatuador, a quien ha recriminado lo que hizo porque "sabía" que él "estaba borracho".

Revuelo

El indigente ha pasado los últimos días en Granada, ajeno al revuelo que había levantado su caso, y ha afirmado que solo se enteró "hace tres días" del asunto a través de un amigo compatriota que lo había visto en una red social. "Después, la bomba explotó", ha manifestado a varios medios de comunicación a su salida del SATE.

El ciudadano polaco ha dicho sentirse "muy feliz" por el elevado número de personas que le han apoyado, lo que ha propiciado que la recogida de fondos que se abrió para ayudarle se haya elevado hasta más de 3.200 euros. Este dinero servirá, según ha precisado Maling, para tratar los problemas de espalda que presenta, así como para su ingreso en una clínica para tratar su enfermedad de alcoholismo.