Los Reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, asistieron ayer por la noche, junto con doña Sofía, a un concierto del violinista libanés de origen armenio Ara Malikian en el festival de música al aire libre de Port Adriano, en la localidad mallorquina de Calvià.

A la actuación se sumaron la infanta Elena y la princesa Irene de Grecia, hermana de la reina Sofía, que también pasan estos días de vacaciones en la isla.

El concierto duró dos horas y media y el público brindó a Malikian una prolongada ovación al despedirle.

A su término, los Reyes y su familia abandonaron en grupo el recinto en medio del público y se detuvieron unos instantes ante los medios gráficos, a los que saludaron sonrientes y relajados.

La Reina Sofía iba de la mano de la princesa Leonor mientras doña Letizia caminaba al lado de su otra hija, la infanta Sofía, por detrás del Rey.

Ante la mirada de los curiosos que observaban asombrados a los Reyes y sus hijas, se han montado los cuatro en un monovolumen con don Felipe al volante y se han marchado de Port Adriano.

La Reina, sus hijas y doña Sofía han vuelto a aparecer juntas después del paseo que dieron este martes por un mercado de Palma, en el que recorrieron varios puestos, entre ellos, una pescadería.

Con quienes no se las había visto hasta ahora era con la infanta Elena, que llegó a Palma hace varios días y que ha seguido varias regatas de la Copa del Rey de vela.

Al arranque de la actuación, el conocido violinista libanés se ha mostrado "encantado de volver" a Baleares, que ha definido como "unas islas maravillosas". También tuvo palabras de agradecimiento para quienes han presenciado el recital: "Sois un público guapísimo y majísimo".

El espectáculo giró sobre la historia del violín del artista libanés a través de la música. El instrumento perteneció a su abuelo armenio y gracias a él pudo salvar su vida durante el genocidio armenio, cometido por el Imperio Otomano entre 1915 y 1918, en plena I Guerra Mundial, al que Malikian ha hecho mención en una de sus intervenciones.

El repertorio combinó adaptaciones de temas de músicos modernos, como Jimi Hendrix, David Bowie y Led Zeppelin, y de piezas de clásicos como Mozart y Bach, con quien puso el broche a la actuación. El violinista libanés estuvo acompañado por una banda de batería, guitarra, viola, violonchelo, contrabajo y percusiones indias.

Doña Elena está enrolada en el "Titia", en la clase 6 Metros Internacional (6M), que entró en competición el martes, al día siguiente que la mayoría de las categorías. Su inscripción en la Copa del Rey con el barco de Alicia Freire y el patrón Mauricio Sánchez-Bella, con los que tiene amistad desde hace años, se supo por sorpresa el pasado domingo.

Doña Elena no ha navegado todavía en competición esta semana, aunque la ha seguido como público desde el campo de regatas en la lancha "Somni" y en uno de los barcos de la organización. Su presencia cubre en parte el hueco dejado por su padre, el Rey Juan Carlos, que iba a competir en la categoría 6M nueve años después de su última presencia en la Copa, pero no ha podido hacerlo por una lesión de muñeca.

Desde 2007, don Felipe y la infanta Elena no coincidían como participantes en la Copa del Rey de Palma. En aquella edición, en la que la duquesa de Lugo navegó dos días y logró el título en la clase TP52 a bordo del "Siemens", también compitieron con barcos distintos el Rey Juan Carlos y la infanta Cristina.

La última regata de aquella Copa reunió a todos los miembros que integraban entonces la Familia Real. Al margen de Juan Carlos I y sus tres hijos, presenciaron el desarrollo de la jornada final desde la lancha la Reina Sofía, la princesa Letizia, Iñaki Urdangarin y Jaime de Marichalar, así como todos los nietos de los Reyes, salvo la infanta Sofía, que entonces solo tenía tres meses.