El programa estadounidense de humor "Saturday Night Live" ha sido a lo largo sus 43 años en antena una cantera de jóvenes humoristas que en su mayoría se han convertido en grandes estrellas de la pantalla. De su escenario han salido Bill Murray, Julia Louis-Dreyfus, Will Ferrell y, en una hornada más reciente, cómicos de la talla de Tina Fey, Kristen Wiig, Andy Samberg o Bill Hader. Este último, que ha triunfado como secundario en comedias de éxito como "Supersalidos" e "Y de repente tú" ha dado el salto como protagonista absoluto en "Barry", una serie que en España se puede ver a través de la plataforma HBO.

Esta ficción, que mezcla con gran acierto la comedia y la acción, se centra en Barry Berkman, un exmarine que trabaja como sicario. Para su último trabajo debe viajar a Los Ángeles para eliminar a un hombre por orden de un grupo de mafiosos chechenos. En su periplo para acercarse a la víctima, este "matón del alquiler" termina como alumno de una escuela de actuación rodeado de un puñado de intérpretes amateurs entre los que se encuentra Sally (Sarah Goldberg), una joven de la que está perdidamente enamorado y el joven al que debe matar. En su misión, Barry no solo descubrirá que está cansado de llevar esa solitaria vida de sicario, sino que su verdadero sueño es dedicarse a la actuación, pese a ser un hombre tímido sin ninguna habilidad social destacable.

Bill Hader da vida a un personaje traumatizado por su pasado y sus actos que se sumerge en la decadente y compleja vida del actor en una jungla de casting, representantes y el triunfo de la apariencia. Lo que empieza como la típica 'sitcom' americana poco a poco se va convirtiendo en un entramado de secretos, muertes y acción, pero sin abandonar en ningún momento la esencia cómica que la caracteriza. No obstante, a la buena interpretación de su actor protagonista hay que sumar el peso de un grupo de secundarios que en más de una ocasión se convierten en el verdadero reclamo de esa serie. El veterano Henry Winkler, un héroe de la comedia americana gracia a su interpretación del mecánico Fonzie en la icónica "Días felices", da vida a un veterano profesor de actuación que aparenta tener más prestigio del que en realidad goza en el mundo de la interpretación. Destaca también el desconocido Anthony Carrigan en el papel de un aspirante a mafioso con buen corazón que solo busca contentar a su padrino al tiempo que profesa una profunda admiración hacia Barry y sus valores.

La primera temporada cuenta con un total de ocho capítulos que no llegan a la media hora de duración y que saben mantener la atención del espectador con una historia tan hilarante como atractiva. Sus últimas escenas son un ejemplo de buena narración y tensión, pero dentro de un clima cómico, que genera una atmósfera en la que no se sabe qué va a pasar. El cierre de "Barry" no genera una carcajada, ni siquiera una sonrisa, pero sí es capaz de dejar al público con la boca abierta y ganas de más. Habrá que esperar hasta 2019.