La actriz Monica Bellucci y la modelo Naomi Campbell causaron ayer sensación al desfilar para la firma italiana Dolce&Gabbana, que ofreció un espectáculo en torno a los "contrarios que se atraen", en el segundo día de la Fashion Week de Milán.

El ambiente barroco dorado, con grandes candelabros y espejos ovalados fue el escenario del desfile, un decorado excéntrico para el dúo de estilistas sicilianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana, concebido como un viaje alrededor del ADN "revisitado" de su marca. El desfile, mixto, quería ser el reflejo de la diversidad de la sociedad y por ello la firma propuso su particular visión de la familia, al hacer desfilar a parejas homosexuales o ancianas.La casa de ropa, que apunta a los millenials, hizo desfilar nuevamente a algunos de los más célebres de la generación nacida entre 1980 y 2000, el actor Cameron Dallas, conocido por sus videos publicados en Vine, al cantor chino Karry Wang o a Kailand Wonder, hijo de Stevie Wonder. Pero la mayor sorpresa fue cuando apareció, para abrir el desfile, Monica Bellucci, cuyo último pase fue en 1992 para este mismo dúo de estilistas. La actriz italiana vestía un traje negro, y caminaba sobre unos tacones que daban vértigo.

El público tuvo dos sorpresas más, cuando llegaron las modelos Marpessa y la británica Naomi Campbell, ambas vestidas con trajes masculinos, gorra con vicera o sombrero. El resto del desfile fue muchos menos sobrio, conforme al ADN de la marca: sacos con incrustes de piedras brillantes, levitas negras o rojas y conjuntos negros.