"Realmente no hay dónde esconderse", sostiene Scarlett Johansson, actriz multimillonaria de Hollywood y heroína de la saga Los Vengadores que reflexiona en una entrevista sobre su música, la revolución del Time's Up y el derrumbe del productor Harvey Weinstein. "Es bastante sorprendente ver los resultados de todo esto. Es todo muy nuevo", asegura.

A sus 33 años ya ha pasado más de dos décadas en la industria del cine. Se dice que exige el mismo sueldo que sus colegas hombres. Ha sido modelo, defiende a la ONG de planificación familiar Planned Parenthood y fue una de las promotoras de la famosa Marcha de las Mujeres de enero de 2017. También es madre y canta sobre los efectos de una fallida relación en su última colaboración con el cantante y compositor Pete Yorn, casi diez años después de su primera unión para el álbum Break Up.

"Ha sido realmente impresionante", dice la actriz al evocar el caso Weinstein -acusado de violaciones y abusos sexuales-, la revolución provocada por el #MeToo y la creación del movimiento Time's Up. "He estado mucho tiempo en la industria cinematográfica, pienso que estas conversaciones son realmente muy importantes y revolucionarias", afirma.

Con dos décadas de experiencia en el mundo del cine predica paciencia para aquellos que sienten que los progresos no llegan lo suficientemente rápido. "Es un proceso largo y hay que mantener los ojos en la recompensa, y hay que ser paciente y progresivo y persistente y seguir avanzando", asegura.

"Ciertamente en la industria del cine creo que hay ahora conversaciones sobre proyectos y la importancia de la diversidad", dice. "Hace diez años nadie hablaba de esto". "Cada tanto podías escuchar a alguien decir 'oh, deberíamos traer una voz femenina a este proyecto' y te decías '¿qué diablos quiere decir eso?'", señala y añade: "Esa era quizás la idea de alguien de traer a una mujer a la sala de guionistas, o lo que fuera. Pero ahora las puertas se han abierto de par en par".