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Tomás Mayer-Wolf: "Tenemos más de 160 obras escritas y algunas no se han visto en directo"

"Las antologías funcionan muy bien porque nos permiten presentar números clásicos del grupo a un público que nunca los vio en vivo"

Tomás Mayer-Wolf: "Tenemos más de 160 obras escritas y algunas no se han visto en directo"

Tomás Mayer-Wolf es la última incorporación a Les Luthiers. Aunque colabora con el grupo desde 2015, como reemplazante de la parte musical, fue en octubre pasado, justo después de que la formación recibiese el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, Mayer-Wolf se convirtió en miembro permanente en sustitución del fundador Carlos Núñez Cortés, que se retiró de los escenarios. Les Luthiers retornarán a España en noviembre, cuando actuarán en el Auditorio Mar de Vigo el 16, el 17 y el 18, en tres noches consecutivas.

-¿Qué supone para usted ingresar como miembro permanente de "Les Luthiers"?

-Ya cuando he sido suplente, reemplazo, esa instancia significaba un gran honor para mi. Estar en un grupo con la trayectoria de "Les Luthiers", con lo que significa, y pasar a ser titular, es algo increíble. Ya no es sólo el honor: es también la gran responsabilidad de estar con estas figuras, con estos históricos del humor. Es un orgullo, y una felicidad enorme.

-Vienen a España con el espectáculo "Viejos hazmerreíres", ¿qué puede contarnos del show?

-Es una antología como otras que hemos hecho en España, como "¡Chist!". Está compuesta por obras clásicas del grupo, es un espectáculo muy lindo que tiene mucha música y trata muchos géneros diversos, con una particularidad: conectamos los números a través del sketch de la radio tertulia, que son dos periodistas que están en una radio y van platicando de diferentes temas.

-Es el hilo conductor.

-Claro. Son Murena y Ramírez, personajes recurrentes en Les Luthiers. Sus intervenciones sirven para presentar los diferentes números.

-¿Cuánto les lleva alcanzar el dominio suficiente para llevar ante el público un espectáculo?

-Este han sido dos años. Obviamente, las antologías llevan menos. Los últimos cuatro espectáculos que hemos presentado son antologías, pero los anteriores eran con números nuevos y llevaban mucho tiempo el armado de obras. Yo presencié el armado de "Gran Reserva", y llevó mucho. Los "Luthiers" históricos se ponen previamente a pensar una buena cantidad de números para armar posteriormente un espectáculo. Pero las antologías tienen una ventaja, que es que con la trayectoria que tiene ya el grupo hay una buena cantidad de obras sobre la que el público actual no tiene noción, números de hace treinta o cuarenta años, que sabemos que funcionan. Ahora estamos haciendo ese espectáculo en Argentina, "Gran Reserva", y ya se está pensando en la siguiente antología, que será para 2020. Vamos a probar algunos números en el espectáculo actual, para ver si continúa vigente. Es un proceso largo.

-¿Han pensado en volver a hacer un espectáculo desde cero?

-Se ha pensado, no quizás un espectáculo entero pero si hacer algunas obras nuevas. Pero la realidad es que tenemos más de 160 obras escritas y algunas el público, que se va renovando, no las ha visto en vivo. Gente que no ha tenido la suerte. Pero sí que se está hablando de, quizás, hacer alguna obra nueva.

-¿Cómo es el proceso de creación de sus "instrumentos informales"?

-Hay dos maneras. Una es en base a las obras que se fueron escribiendo: se fueron haciendo "informales" para esas obras. Pero también hubo casos en los que se hicieron primero los instrumentos y después se pensaban obras a su alrededor. En "¡Chist!", con la que estuvimos en España hace tres años, llevamos el bolarmonio, un instrumento con unas pelotas naranjas. En ese caso, hubo un concurso y este diseño, de Fernando Tortosa, quedó finalista. Pero gustó mucho, y se incorporó: Maronna y Núñez hicieron un número alrededor de ese instrumento. Y Tortosa ha hecho otros instrumentos para nosotros.

-Luego le toca a usted, como músico, probarlos. ¿Cómo se enfrenta a esos diseños?

-Es divertido, la verdad, y complicado al mismo tiempo. Hay instrumentos, los más nuevos, a los que no hemos tenido acceso nunca. Pero es muy lindo, poder tocar esos instrumentos y que suenen tan bien como suenan.

-Esta gira será su retorno a España tras recibir el premio Princesa de Asturias, ¿será algo especial para ustedes?

-Realmente sí. La semana de los premios fue muy emocionante para todos. No sólo por recibir el galardón, con todo lo que significa recibir semejante galardón, sino por lo que hubo toda la semana. La visita a la escuela de Noreña (Asturias) fue uno de los momentos más emocionantes de la historia de Les Luthiers, me lo decían incluso los históricos del grupo. Llegar a esa escuela llena de chicos eufóricos, vestidos con su pajarita y habiendo trabajado durante meses en sus propios "instrumentos informales", y en las palabras inventadas por ellos... Fue algo muy emocionante. Toda la semana lo fue, con una actividad tras otra que nos llenaban de ilusión y con la gente demostrándonos continuamente su cariño.

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