| El rey Felipe VI reivindicó ayer, ante un centenar de representantes del mundo de las letras, que la cultura en español "opera como un vínculo que abraza, que amplía horizontes, que acerca a las personas buscando aquello que comparten por encima de sus diferencias". Así, el monarca, acompañado de la reina Letizia, defendió el valor de la literatura y la lengua española en un breve discurso antes del almuerzo celebrado en Palacio Real, con motivo de la concesión del Cervantes 2017 al nicaragënse Sergio Ramírez que se entregará el próximo lunes día 23.

En este sentido, Felipe VI recalcó que "recuerda la importancia de apelar a aquello que nos une por encima de toda frontera". "Este Premio Cervantes que viaja a la América hispana y que magnifica la universalidad de nuestra lengua y literatura, nos recuerda también la importancia de apelar a aquello que nos une por encima de toda frontera", señaló en un breve discurso.

Felipe VI insistió en la idea de que España "estará siempre del lado de aquellos que quieran abrir sus horizontes a un mundo mejor, más próximo, más comprometido y más humano, en definitiva". "Un mundo presidido por la cultura, una cultura que no desdeña la sabiduría atesorada durante siglos y que no se cierra a los talentos venideros", añadió, tras elogiar la obra del premiado en esta edición.

El propio Ramírez ha estado en el almuerzo junto a siete familiares, entre ellos, su esposa y sus tres hijos. Antes del almuerzo, Ramírez acudió a la sede del Instituto Cervantes para cumplir con la tradición de dejar un legado en la antigua caja de seguridad bancaria que acoge este edificio en su sótano, donde ha depositado dos cartas manuscritas, una del escritor Rubén Darío y otra del revolucionario Augusto C.Sandino.