Un centenario conmemora una historia de cien años y proyecta hacia el futuro la actividad del que los cumple. Para celebrarlo se dan cita recuerdos, hechos, elogios y agradecimientos, además de expectativas. No faltaron ayer estos elementos en el acto principal del centenario de la Real Institución Benéfico Social Padre Rubinos, en A Coruña, que contó con la presencia de la reina Sofía, presidenta del comité de honor constituido con motivo de la efeméride. La protección de la dignidad humana y la lucha contra las desigualdades y la exclusión social fueron protagonistas comunes en cada discurso, que enfatizaron el trabajo social "continuo" y "solidario" desempeñado por la entidad coruñesa desde un lejano 19 de abril de 1918.

La reina emérita llegó puntual a las instalaciones de Padre Rubinos en la ronda de Outeiro, vigiladas desde primera hora de la mañana por un amplio dispositivo policial. Enfrente, tres solitarias banderas de España colgaban de sendas ventanas del grupo de viviendas Nuestra Señora del Carmen y medio centenar de funcionarios de Justicia gritaban y pitaban desde la misma acera contra la Xunta por el conflicto sin resolver que mantienen desde comienzos de año por sus condiciones laborales.

A las 12.45 bajaba doña Sofía del coche oficial y era recibida en la entrada del edificio por Eduardo Aceña, presidente de la institución. En su recorrido por el interior la acompañaron a cada lado y a la misma altura, entre otros, el propio Aceña, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde, Xulio Ferreiro, y el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. A Feijóo le secundaron dos conselleiros -José Manuel Rey Varela (Política Social) y Beatriz Mato (Medio Ambiente), candidata virtual del PP a la Alcaldía-.

Doña Sofía comenzó su paseo ante 40 niños y niñas de la escuela infantil de Padre Rubinos, a quienes escuchó interpretar canciones populares junto al músico coruñés Félix Arias. A_continuación salió al patio central de las instalaciones para descubrir una placa que desde ayer recordará su visita por el centenario de la institución. Tras ocupar un asiento en primera fila para asistir a los discursos conmemorativos del acto, la madre del rey Felipe VI concluyó su estancia con una parada en la residencia de ancianos, donde saludó a los mayores y habló unos segundos con algunos. "Viva la Reina", dijo una señora a media voz, otras aplaudieron con timidez. Un aperitivo con los cerca de 200 invitados al acto, entre cargos públicos y militares y representantes de la Universidad y entidades sociales y económicas de la ciudad, precedió a su regreso al coche oficial.

El salón de actos de la institución Padre Rubinos fue el escenario en el que Aceña, Ferreiro y Feijóo leyeron sus discursos por el centenario, cada uno encabezado por el agradecimiento a la reina emérita por su visita y por su compromiso con la entidad. El presidente de la misma apeló a su "ingente labor social", que, recordó, no hubiera sido posible sin las aportaciones que en este centenar de años han hecho personas anónimas e instituciones y asociaciones públicas y privadas coruñesas, entre las que destacó a la Fundación Amancio Ortega, responsable de la construcción de las actuales instalaciones de Padre Rubinos.