| El Papa ha consolado a un niño huérfano italiano y le ha dicho que, aunque su padre fallecido fuera ateo, es seguro que está en el cielo. Lo hizo ayer durante su visita a la parroquia de Roma San Pablo de la Cruz. "Aquel hombre no tenía el don de la fe, no era creyente, pero ha hecho bautizar a los hijos. Tenía el corazón bueno. Y él (Emanuele) tenía la duda de que el papá, al no ser creyente, no pudiese ir al cielo". "Quien dice quién va al cielo es Dios", recordó Francisco. El niño, de nombre Emanuele, según recogen medios italianos, era uno de los menores elegidos para hacer preguntas al Santo Padre durante la visita a esta parroquia de Roma.