El abogado de la actriz porno Stormy Daniels dijo que su clienta recibe amenazas "casi cada hora" desde que rompió su silencio sobre una supuesta aventura con el presidente estadounidense Donald Trump. Daniels dijo en el programa "60 Minutes" del canal CBS el domingo por la noche que un hombre se le acercó en un estacionamiento de Las Vegas después de que ella aceptó vender su historia por 15.000 dólares en 2011. "Un hombre se me acercó y me dijo: 'Deja a Trump en paz. Olvídate de la historia'. Y luego se inclinó, miró a mi hija y dijo: "Es una niña linda. Sería una lástima que algo le pasara a su madre".

Su abogado Michael Avenatti se mostró ayer preocupado por la seguridad de su clienta: "Absolutamente, Recibe amenazas casi cada hora. Ella efectivamente está asustada por su seguridad y la seguridad de su familia", afirmó.

Avenatti dijo que era "bastante obvio" que la amenaza en Las Vegas provenía de "alguien asociado con la Organización Trump". El abogado personal de Trump, Michael Cohen, que le pagó 130.000 dólares a Daniels como parte de un acuerdo de confidencialidad firmado en 2016, envió a Avenatti y Daniels una carta de cese y desistimiento el domingo después de que se emitiera la esperada entrevista de CBS, según algunos medios.

Consultado sobre esta carta, Avenatti dijo: "Este hombre tiene un historial de comportamiento de matón utilizando tácticas de intimidación que intentan aplastar a personas sin relevancia". "Si ella no está diciendo la verdad, deje que el presidente suba al podio y la llame mentirosa", dijo posteriormente, "deje que el presidente se presente y diga que nunca sucedió. Por alguna razón se pagaron estos 130.000 dólares".

Un portavoz de la Casa Blanca salió al paso de las acusaciones. "El presidente no cree que sea exacta ninguna de las afirmaciones de la señora Daniels", afirmó el portavoz Raj Shah. "No hay nada que respalde su afirmación", apostilló, al tiempo que recordó que Trump "ha negado sistemáticamente estas acusaciones".

El origen de la historia se remonta a julio de 2006, cuando Trump invitó a Clifford a cenar con motivo de un torneo de golf y ambos terminaron en la suite del magnate. Trump ya estaba casado y su actual mujer, Melania, acababa de dar a luz al hijo que ambos tienen en común. "No te preocupes por eso, dormimos en habitaciones separadas", alegó Trump cuando Clifford le preguntó por su familia.

La conversación "comenzó siendo sobre él hablando de sí mismo" y preguntándole si había visto una foto de él en la portada de una revista, contó Daniels. Ella le dijo: "Alguien debería tomar esa revista y darte nalgadas con ella". Tomó la revista y le pidió a Trump que se bajara los pantalones; él lo hizo y "yo le di un par de golpes", relató.

El magnate se convirtió "en una persona completamente diferente" y dejó de hablar de sí mismo. Luego, le dijo: "'Guau, tú, tú eres especial. Me recuerdas a mi hija'. Él decía cosas como: 'Eres inteligente, bella y una mujer a tener en cuenta'", contó Daniels. Luego, tuvieron sexo sin protección.

Ella aseguró no se sentía atraída pero apuntó: "No dije que no. No soy una víctima". Un año después, Trump pidió volver a verla en un hotel de Los Ángeles para hablar de su posible participación en un programa de televisión. Clifford asegura que Trump dio muestras de querer mantener de nuevo relaciones sexuales pero ella rehusó la propuesta: un mes más tarde, le llamó para decirle que no entraría en el programa.