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Lolo Diego: "Jamming es un salto al vacío; es hacer teatro sin red"

La compañía madrileña regresa a Vigo esta tarde con su teatro de improvisación

Lolo Diego. // Sergio Lardiez

El teatro es único e irrepetible porque no hay dos funciones iguales. Esta premisa en el caso de Jamming es más cierta si cabe, ya que cada representación se construye ante los ojos del público. El teatro de la improvisación llega hoy al Auditorio del Teatro Afundación de Vigo con dos funciones: una para el público infantil, "Chiqui Jamming" (18.00 horas) y otra para adultos, "Jamming Show" (20.30 h.), por la que han pasado más de 1.500.000 de espectadores en los catorce años que lleva en la cartelera madrileña. El actor Lolo Diego, cofundador de la compañía, reconoce que Jamming es como hacer teatro sin red. Junto a él saltarán al vacío en Vigo los actores-improvisadores Rubén Tejerino y Paula Galimberti, y el técnico-improvisador Maykel Rodríguez.

- Para quien no haya visto nunca a Jamming, ¿qué teatro verá?

-Jamming es una compañía y un show de improvisación. Se trata de un espectáculo muy particular porque se construye en el momento, a partir de las frases que escribe en unas tarjetas el público, al que también le damos a elegir en qué género o "estiling", como decimos nosotros en nuestro idioma "jamming" -"argentining", "noveling", "policialing", "shakespearing"...-, quiere que lo representemos. No hay nada prefijado y la función va cambiando en cada sitio, en cada momento. Somos actores-improvisadores y nos gusta decir que la función la "cocreamos" con el público.

- Es un poco como hacer teatro sin red...

-Cada función es un reto y un salto al vacío, pero a la vez es muy divertido y también el público está muy a favor porque sabe que estás sin red, que es un teatro muy inmediato y que no hay ni trampa ni cartón. Hay gente que nos pregunta si tenemos alguna historia preparada y para nada. Eso sí, entrenamos mucho, como los deportistas. En el show hay momentos muy divertidos donde se ve que es improvisado. No todo es perfecto, pero esto da también comedia. Nos gusta mucho jugar con el público, al que también sacamos al escenario, pero nunca hacemos un humor a costa del espectador ni obligamos a nadie que no quiera a salir al escenario. No hay ninguna situación forzada, para que pasemos todos un buen rato, relajado y distendido porque es de lo que se trata.

- ¿Cómo es el público de Jamming? ¿Es atrevido?

-Pues la verdad es que los que van por primera vez vienen como más temerosos, pero los que ya nos conocen y saben que aquí no se va a importunar a nadie vienen más relajados y con ganas de participar.

- Todos los actores de la compañía alternan su trabajo de improvisación con otros proyectos, tanto en teatro como en cine y televisión. ¿Cuál prefiere usted?

-Yo espero no tener que elegir y poder hacer de todo como hasta ahora, pero sí qie es verdad que lo que hago en Jamming lo disfruto un montón. Pero todo tiene sus facilidades y sus dificultades.

- En el caso del teatro de improvisación, ¿cuáles son?

-La mayor facilidad es el trabajo en equipo que tenemos y los compañeros, que son maravillosos. Lo más difícil lo da el reto que es no saber nada de lo que va a pasar, ese momento en que vas a leer la frase y te preguntas qué vas a hacer. Pero es maravilloso ver cómo en ciudades como Vigo vienen a vernos el abuelo, el hijo y el nieto, y los tres se lo pasan igual de bien. Y yo creo que esto es porque lo que hacemos es sincero y porque nosotros también lo disfrutamos muchísimo.

- En un espectáculo sin argumento previo puede suceder de todo sobre el escenario. ¿Cuál ha sido la anécdota más curiosa?

-Pues recuerdo una vez en Madrid que un chico le pidió matrimonio a su chica en el escenario.

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