El roquero estadounidense Tom Petty falleció por una sobredosis "accidental" de opioides, según el informe forense difundido el viernes. El informe de la morgue de Los Ángeles precisa que Petty, fallecido el pasado 3 de octubre a los 66 años, murió de manera "accidental" por una "toxicidad por mezcla de medicinas opioides", y cita narcóticos como el fentanilo, oxicodona, temazepam, alprazolam, citalopram, acetil fentanilo, entre el cóctel ingerido.

Petty, cuyas clásicas melodías y narraciones oscuras alimentaron 40 años de éxitos, murió una semana después de una gira para marcar los 40 años de su banda The Heartbreakers. La familia explicó que el ganador de tres Grammys ofreció esos conciertos con una lesión en la cadera, que empeoró a medida de avanzaba el tour de 53 fechas, según un comunicado firmado por Dana y Adria Petty, esposa e hija del cantante, respectivamente.

"El día de su muerte se informó de que su cadera se había fracturado por completo y creemos que el dolor era simplemente insoportable y que fue la causa del uso excesivo de analgésicos que le habían prescrito. Fue un accidente desafortunado", indicó la familia, que dijo que el cantante sufría además de un enfisema y de problemas de rodilla.

Reconocible por su larga melena rubia, la música de Petty estaba repleta de estadounidenses modestos cuyos sueños se estrellaban contra los muros, reminiscencia de sus propios inicios difíciles en la vida. Entre sus temas más famosos destacan "American Girl", "Don't Come Around Here No More" y "I Won't Back Down", este último quizás el más conocido después de que recobrara vida como canción patriótica tras los atentados del 11-S.

En sus últimos años de vida, Tom Petty venía practicando meditación transcendental como una forma de controlar su temprana adicción a la heroína y otras drogas. "Creemos que este informe puede provocar una mayor discusión sobre la crisis de opiáceos", indicó la familia.

"Esperamos que de alguna manera este informe pueda salvar vidas. Muchas personas sufren una sobredosis por una lesión legítima o simplemente no comprenden la potencia y la naturaleza letal de estos medicamentos", añadió.

Unas 63.600 personas murieron en 2016 por sobredosis, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, tres veces más que en 1999.