"Las Campos" han vuelto este viernes a Telecinco para mostrar al mundo la segunda parada de su viaje por Estados Unidos. El reality de la veterana presentadora y sus hijas ha cambiado Nueva York por Miami, pero ha vuelto a tener una clara protagonista: Terelu Campos. La hija mayor de María Teresa ha vuelto a demostrar que la finura con la que trata de hablar a cámara poco tiene que ver con su verdadero yo. Tras una clase magistral de cómo se pueden comer perritos calientes hasta la extenuación en la ciudad de los rascacielos, Terelu ha vuelto a eclipsar a su madre y a su hermana con sus salidas de tono en Miami.

Poco importó que nos vendieran el capítulo con la excusa de la entrevista televisiva de María Teresa Campos o la visita al cirujano de Carmen Borrego, el plato fuerte de la noche vino con la cena de Terelu, su hermana y una amiga en uno de los restaurantes que el chef asturiano José Andrés tiene en EE UU. Tras una cena en la que las croquetas habían sido las protagonistas, un joven se acercó a Terelu diciendo que le sonaba de la tele. Hasta aquí todo normal, Terelu había ligado en Miami. Tras sentarse en su mesa y llamarla Tere la situación ya daba bastante vergüenza ajena y la tensión empezaba a verse en sus caras. Entonces, como si se tratase de una cámara oculta, le ofreció un masaje e intentó besarla y, como es lógico, se formó una buena en mitad del restaurante: "A mí no me toques las narices porque te doy una hostia que te pongo del revés y no estoy de broma. Vete a tomar por culo, imbécil", fueron algunas de las palabras que le dedicó al espontáneo mientras se lo llevaban. Menos mal que Carmen Borrego se ofreció a explicarnos que en realidad el chico era un "puto" que se ofrecía a las señoras. Lo que no le pasa a Terelu?

Los modelitos de las hermanas para salir del hotel a hacer deporte tampoco dejaron a nadie indiferente. Pamela y gafas de sol para pelear contra el viento y huir de los paparazzi que las perseguían por la playa. Hicieron cuatro tonterías con un entrenador personal y se subieron a una moto acuática en tierra firme como si nunca hubiesen salido de casa.

María Teresa, que sólo apareció en las partes más amables del capítulo, fue entrevistada por Boris Izaguirre en su programa de televisión y volvió a sacar la cartera para regalar zapatos caros a diestro y siniestro. Además, la matriarca desveló que tuvo un "amigo" hace años en Miami, para sorpresa de sus hijas. Mientras, las hermanas visitaban al millonario Gianluca Vacchi en su lujoso apartamento. El empresario italiano, famoso por bailar con sus novias delante de la piscina, apareció para aportar poco más que las fabulosas vistas de la ciudad.