La agenda de la Reina estuvo ayer inusualmente vacía. Por primera vez desde que porta la corona, Su Majestad se tomó un respiro para celebrar su 45 cumpleaños con su familia. Una decisión inédita, toda vez que es el primer año en el que el cumpleaños de Doña Letizia no coincide con ninguna actividad oficial de carácter público.

El Rey, en cambio, sí tuvo actividad, aunque solo a media jornada: por la mañana visitó el Observatorio de la Armada en San Fernando y la base naval de Rota, tras lo cual retornó a Madrid.

En los días previos, la Reina acompañó a Felipe VI en la apertura del curso universitario en Salamanca y en la entrega de los Premios Nacionales de Cultura en Cuenca, donde algunos vecinos entonaron en su honor, de forma espontánea, el "Cumpleaños feliz".

La ausencia total de actos públicos en el día de su cumpleaños contrasta con la actividad que la Reina mantuvo en los años precedentes. Hace un año, los Reyes presidieron en el Teatro Real el estreno de la ópera "Otello". En el entreacto, la orquesta del Teatro Real, dirigida por el italiano Renato Palumbo, cantó el "Cumpleaños feliz" a doña Letizia, con el público, puesto en pie, acompañando a los instrumentistas y aplaudiendo a la Reina.

En 2015, el cumpleaños de doña Letizia coincidió con el inicio de la visita oficial de los Reyes a Estados Unidos. A su llegada a Washington, los Reyes fueron recibidos en la Casa Blanca por Barack y Michelle Obama, y la entonces Primera Dama de Estados Unidos felicitó expresamente a la Reina durante un té. Claro que eso no fue nada comparado con su primera celebración como Reina, cuando presidió en el Senado, en solitario, el acto de entrega del premio anual "Luis Carandell" de periodismo parlamentario.

La Reina reanudará su agenda oficial pública el próximo martes en la localidad tinerfeña de La Laguna, donde inaugurará el curso escolar 2017-2018, para acto seguido retomar su actividad habitual.