Domingo | 18 ´Lala´

Lala es una palabra eslava y significa tulipán. Se llamaba así el teletubbie amarillo, si recuerdan, pero eso es aparte. A las abuelas estupendas ya no se les llama abuela, ni mucho menos abu, o iaia. Ni tata, ni nada de eso. Nona, Nena, Nana, por ejemplo, ya son otra cosa, otro decir. Pero si la abuela en cuestión es la reina de corazones, el hada madrina del photocall, la inmortal, la etérea, la cara de portada, la perfección hecha cuché, ya me dirán. Y no vale el argumento de que los niños no son unos niños cualesquiera, estos son Preysler, y son Iglesias, o son de sangre azul, o de sangre americana, o incluso familia (política) de un premio Nobel. Porque los niños, aquí y en Miami, son niños igual. Aunque a algunos los suban a los escenarios de bien chicos llenos de puntillas porque son pequeños del alma. Y a otros los vistan con grandes lazos en la cabeza y vestidos brocados o esmóquines miniatura y los planten bajo un árbol enorme de Navidad para las fotos. A Isabel no la llaman abuela Isabel, ni mamá Isabel ni nada parecido. Tampoco usan las declinaciones de la N , porque la L es más estilizada. A Isabel la llaman Lala. Sus nietos. No Vargas. Ni Chábeli. Ella, mami.

Lunes | 19 Visiones

Hace un tiempo, el orbe entero se debatía entre si un vestido era blanco y dorado o azul y negro. Este año la controversia era más o menos la misma, pero acerca de unas chanclas. La teoría de Thomas Sowell iba por ahí, pero más allá de los colores, la diferencia entre las visiones del mundo, restringida o no restringida en su clasificación. El vestido de Antonia dell´Atte en su visita a Risto era, de no ser víctimas de un trampantojo visual, azulado. Su visión del mundo, no restringida. Pero algo pasa cuando la mitad del país asegura que Antonia y Ana Obregón, exhibieron complicidad y buenrollismo y que la primera dijo haber deseado que lo suyo con Lequio acabara en boda y la otra mitad, que los dardos silbaban en el aire. Habrá revenge. Como en los buenos tiempos. De la una. De la otra. De ambas. De los tres.

Martes | 20 Idas y venidas

Richard Burton y Elizabeth Taylor contrajeron matrimonio el 15 de marzo de 1964. Se divorciaron un año y dos meses después. Volvieron a casarse el 10 de octubre de 1975 para irse de nuevo cada uno por su lado el 1 de agosto del año siguiente. A ver si no va a poder Chabelita hacer lo mismo, esto es, donde dije digo digo diego, no Matamoros, que no anda lejos, sino otro... Alejandro era, no Diego. La niña y el niño se quieren, se pelean pero se quieren, y por qué no van a poder casarse como de broma, en unas vacaciones, y descasarse, paralizar los trámites legales o volver a celebrar boda. Lo hicieron Liz y Richard, Melanie y Don, Natalie y Robert. Y no se metieron las consuegras. Aunque esto no es Hollywood, claro.

Miércoles | 21 El ´biopic´

Ya se barajan varios nombres. ¿Qué actriz encarnará a Pantoja en su biopic oficial? ¿Quién será Isabel de isabeles, reina coplera entre reinas? Apuntan alto los corifeos: que si Penélope, que si Paz, que si Macarena, que si Inma... Lo más granado del cine patrio. Olvidando, quién sabe si queriendo o no, a la propia, que les recuerdo —por si lo habían echado en el olvido, como pasa en sus tonadas— que es también actriz, intérprete. Que es una de las mujeres más imitadas de España, de las que más sosias tiene, más parodistas, más clones. Desde la Pantoja de Puerto Rico a su amienemigo JorgeJa pasando por Raquel Bollo y hasta Rosa Benito y Chayo, que son más de Rocío pero se adaptarían. Y olvidando, sobre todo, que tiene una prole, una estirpe, que quién mejor que los suyos, las suyas, para encarnarla. Ahí están la meritoria, la sobrinísima Anabel, y la Isabel chica, ¡por favor!, la niña, la heredera, que ya tiene los dos pies —y el cuerpo entero— metido en el show business y —según la madre— en la intimidad trina como un pájaro cantor. Lo único, en las escenas carcelarias, que igual habría que doblarla. Por lo del naturalismo.

Jueves | 22 La suerte

A Lena Pahlsson se le cayó su anillo de bodas por un desagüe, el anillo —junto a otros desechos— llegó al jardín, en el jardín se hundió en la tierra, en la tierra creció una zanahoria y al partir la zanahoria encontró Lena el anillo 16 años después. Joan Ginther es la persona a la que más veces le ha tocado la lotería, casi como a Carlos Fabra. El croata Frane Selak ha burlado la muerte en siete ocasiones. Ni uno solo de ellos puede comparar su suerte esta semana a la de Belén Esteban: presenta su programa por ausencia de la titular, le gana el juicio, la pasta y la razón a su exrepresentante y al fin logra sacarse el carné de conducir. Que se le resistía. Como el torero. Como el inglés.

Viernes | 23 El toallero

Ama de llaves, guardias, cocineros, jardineros, aseadoras, lacayos (muy altos, para que entren en los uniformes históricos), valets y chambelanes, encargados de abrir la correspondencia o encuadernadores. El gaitero real. Médicos, optómetras, manicura y peluquero y/o barbero. Relojero, secretarias, lavaplatos. Tapicero. Pinche. Teleoperador. M ozo de almacén. Tesorero. Organizador de las bandejas del té. Jefe de viajes reales. Da igual. La mismísima reina de Inglaterra, la más royal de todas las royals, con un millar de personas a su servicio, no alcanza a la Thyssen, la baronesa, Carmen, Tita. N i de lejos. Carmen anda tumbada al sol marbellí, en la cubierta del Mata Mua para más señas, sin Borja ni las niñas ni los nietos. Cada vez que su cuerpo serrano emerge del agua cual sirena —su comunión con la naturaleza es de sobras conocida y viene de lejos: "No a la tala"— una mano solícita le extiende una mullida toalla con la que secarse. El toallero de la baronesa, lo ha bautizado la prensa del corazón, que es muy de apuntar clases sociales -— la duquesita la relacionó un verano ibicenco con un hamaquero—. Si tributa o no por eso de las toallas bajo la bandera que ondea en su yate, pregúntenle a Montoro. Ya si eso.