El rey emérito Juan Carlos y la infanta Elena de Borbón participaron ayer en Samaniego (Álava) en la inauguración de la nueva bodega Rothschild-Vega Sicilia, que elaborará el vino "Macán" con el objetivo convertirlo en una "leyenda". En la apertura oficial de esta bodega tras 15 años de trabajos también estuvieron presentes la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina; el lehendakari, Iñigo Urkullu, y los presidentes de La Rioja y de Castilla y León, José Ignacio Ceniceros y Juan Vicente Hererra, así como Ariane de Rothschild, presidenta del grupo Edmond de Rothschild, y Pablo Álvarez, consejero delegado de Tempos Vega Sicilia.

La nueva bodega, situada a los pies de Sierra Cantabria junto al valle del Ebro y que ha supuesto una inversión de 22 millones de euros, ha sido construida en una parcela rectangular de cinco hectáreas en la que se ha levantado un complejo de tres edificios con más de 9.000 metros cuadrados construidos. A las naves de elaboración, envejecimiento y expedición llegarán las uvas procedentes de 100 hectáreas compradas en secreto desde hace 13 años y repartidas por las localidades riojanas y alavesas de San Vicente de la Sonsierra, Samaniego, Laguardia, Labastida, Elvillar, Ábalos, Navaridas y Kripán.

El innovador diseño de la bodega ha buscado "simplificar ideas y conceptos, diseño y formas, materiales y colores; en definitiva hacer simple lo complejo", según ha explicado el arquitecto responsable del proyecto, Enrique Johansson.

En 2003, Ariane de Rothschild y Pablo Álvarez decidieron combinar los conocimientos especializados del grupo Rothschild y la familia Álvarez para poner en marcha una bodega en el corazón de Rioja Alavesa, una de las zonas vitivinícolas más importantes del mundo, según han recordado los promotores.